Flujo transescleral y glaucoma

El uso creciente de fármacos antiglaucomatosos activos sobre las vías uveoesclerales (principalmente prostaglandinas y prostanoides) ha renovado en los últimos años el interés por el estudio fisiopatológico de estas vías de salida.

Como es bien sabido, la mayor parte del humor acuoso producido se drena por una vía dependiente de la presión, a nivel de la trabécula; se estima que alrededor de 70-80 % del líquido intraocular se elimina, en condiciones fisiológicas, por esta vía. Los 20-30% restantes siguen una vía alternativa, independiente de la presión, y llegan a la supracoroides tras atravesar la matriz extracelular del cuerpo ciliar. Una vez en el espacio supracoroideo, una parte (importante) del humor acuoso reingresa en la circulación mediante reabsorción por la coriocapilar a través de gradientes de presión coloide-osmótica. Sin embargo, una parte no despreciable del líquido consigue atravesar la esclerótica y salir del globo ocular a través de los espacios perineurales y perivasculares de la epiesclerótica y, por tanto, de los tejidos grasos extraorbitarios.2. Por lo tanto, el espacio supracoroideo ocupa una posición intermedia en esta vía, ya que, en última instancia, el humor acuoso fluye a través del músculo ciliar y luego impregna la esclerótica desde la supracoroides. En la mayoría de las estructuras corporales, los fluidos intratisulares extravasculares se reabsorben a través del sistema vascular linfático; la ausencia de una red capilar de este tipo explica que en la esclerótica se activen vías de drenaje alternativas.

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Dr. Carmelo Chines
Director responsable

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