Microglía retiniana implicada en la progresión de la enfermedad.
Los resultados de un estudio del Instituto Nacional del Ojo de Bethesda (EE.UU.), publicados en EMBO Molecular Medicine, muestran que la microglía retiniana contribuye a la pérdida de bastones en la retinosis pigmentaria, una enfermedad hereditaria de la retina que conduce a la ceguera y para la que actualmente no existe tratamiento eficaz.
En la retinosis pigmentaria los bastones degeneran como consecuencia de mutaciones genéticas, pero por desgracia hay más de 100 genes que parecen estar implicados en este proceso degenerativo. Esto implica que la terapia génica, por prometedora que sea, sigue siendo un espejismo lejano y en muchos casos inalcanzable.
Los resultados del estudio sobre la microglía retiniana son importantes porque identifican una posible diana para nuevos enfoques terapéuticos que podrían posponer la muerte de los receptores visuales y la pérdida de visión asociada.
La microglía -un conjunto de células gliales que funcionan como macrófagos en el sistema nervioso central- constituye una defensa endógena del cerebro y el sistema inmunitario. La migración microglial es esencial en las reacciones inmunitarias, la cicatrización de heridas y la fagocitosis microglial desempeña un papel central en la eliminación de células apoptóticas. De hecho, en respuesta a una lesión neurológica, la microglía se acumula en el lugar del daño y elimina los restos celulares e incluso parte de las células dañadas.
Investigadores del Instituto Nacional del Ojo de Bethesda, dirigidos por Wai T. Wong, estudiaron la interacción entre la macroglía retiniana y los fotorreceptores para identificar la naturaleza de los mecanismos celulares implicados en los procesos neurodegenerativos. El estudio comenzó con ratones que presentaban una mutación en el gen Pde6b, reconocido como una de las causas de la retinosis pigmentaria en humanos.
En la retinosis pigmentaria, esta mutación genética induce estrés celular en los bastones y provoca la producción de fosfatidilserina, que actúa como una señal (llamada "cómeme") capaz de convertir los bastones en diana para la fagocitosis por parte de la microglía. La destrucción tiene lugar mediante un proceso dinámico de contacto y engullimiento, que también se documentó con un vídeo.
La fagocitosis microglial pudo bloquearse mediante inhibición molecular, lo que dio lugar a una mejora de los parámetros morfológicos y funcionales de la degeneración.
Estos resultados hacen albergar esperanzas de nuevas terapias dirigidas a la microglía retiniana que puedan ralentizar la pérdida visual irreversible en pacientes con retinosis pigmentaria.
Para más información, consulte elartículo completo en EMBO Molecular Medicine
Dr. Carmelo Chines
Director responsable