Embarazo y salud ocular

Cómo reconocer las alteraciones fisiológicas del ojo y diferenciarlas de las principales enfermedades

Los ojos de la mujer sufren cambios durante el embarazo, y es necesario saber reconocer los cambios oculares fisiológicos y diferenciarlos de las principales patologías que pueden surgir en la embarazada.

El embarazo implica una serie de cambios fisiológicos esenciales para sostener y proteger al feto y preparar a la mujer para el parto, estos cambios pueden afectar a todos los órganos, incluido el ojo. Los cambios que se producen en embarazo suelen ser transitorias, pero en ocasiones pueden llegar a ser permanentes.

Efectos del embarazo en el ojo

En general, los efectos del embarazo sobre el sistema ocular pueden dividirse en cambios fisiológicos y cambios patológico.

Los cambios patológicos pueden subdividirse en:

  • enfermedades oculares ya presentes antes del embarazo y que cambian
  • complicaciones oculares de enfermedades sistémicas inherentes al embarazo.

Cambios fisiológicos

El cambio fisiológico ocular más frecuente durante la gestación es laaumento de la pigmentación alrededor de los ojos. La decoloración marrón de la cara durante este periodo también se denomina máscara gravídica, cloasma o melasma, y está causada por el aumento de los niveles de estrógenos, progesterona y hormona melanotrópica (hormona estimulante de los melanocitos).

Otra afección frecuente es ptosisen la que uno o ambos párpados superiores están más bajos de lo normal. La ptosis se presenta en el embarazo generalmente de forma unilateral y probablemente está determinada por la retención de agua y el cambios hormonales.

Durante la gestación también puede producirse una disminución de los capilares conjuntivales y un aumento de la granularidad de las vénulas conjuntivales.

El embarazo también puede afectar a la fisiología de la película lagrimal, dando lugar a laojo seco.

En el embarazo, las causas específicas de la aparición del síndrome del ojo seco pueden encontrarse en un aumento de la reacción inmunitaria de las células del conducto lagrimal y la destrucción directa de las células acinares por la prolactina, el factor de crecimiento transformante beta 1 (TGF-alfa1) y el factor de crecimiento epidérmico (EGF). El sitio sequedad ocular puede aumentar aún más por la deshidratación debida a las náuseas y los vómitos.

Los síntomas del ojo seco pueden variar de leves a graves e incluyen sensación de quemazón, picor y enrojecimiento. Muchos pacientes también refieren una sensación de cuerpo extraño en el ojo, como si hubiera arena en él.

Otros síntomas frecuentes son visión borrosa, sensibilidad a la luz y dificultad para llevar lentes de contacto. En algunos casos, el ojo seco puede provocar un lagrimeo excesivo como respuesta refleja a la sequedad.

La gravedad de los síntomas puede variar a lo largo del día y empeorar en ambientes secos o ventosos. Si no se trata, el ojo seco puede provocar afecciones más graves, como infecciones oculares y daños en la superficie corneal.

Durante el embarazo también se puede presenciar, especialmente en el periodo final, una reducción de la sensibilidad corneal. Pueden producirse cambios en la curvatura de la córnea, cambios relacionados con el edema en el engrosamiento de la córnea y en el índice de refracción. Los cambios en la córnea y el sistema lagrimal también pueden provocar intolerancia a las lentes de contacto.

El aumento de la curvatura del cristalino también puede causar una turno miopía temporalÉsta, al igual que las afecciones descritas anteriormente, suele resolverse espontáneamente tras el parto o después de la lactancia.

Un importante hallazgo recogido en numerosos trabajos científicos muestra que durante la gestación el presión intraocular (PIO) disminuye en 19,6% en mujeres con PIO normal y en 24,4% en aquellas con hipertensión ocular. Se han propuesto varios mecanismos para explicar esta reducción de la PIO, entre ellos un aumento del flujo acuoso, una reducción de la presión venosa epiescleral debida a una disminución de la resistencia vascular sistémica, una menor rigidez escleral como resultado de un aumento de la elasticidad tisular y una acidosis general inherente al periodo de gestación.

Trabajos contrastados, por último, informan cambios en el campo visual. Los defectos destacados incluyen la contracción concéntrica y bitemporal, la hemianopsia homónima y el escotoma central, y el mecanismo propuesto para explicar la aparición de estos defectos visuales se basa en el aumento de tamaño de la glándula pituitaria, que daría lugar a su relación anatómica anormal con el quiasma óptico.

Cambios patológicos en los ojos durante el embarazo

Retinopatía diabética (RD)

El número de mujeres con diabetes durante el embarazo está aumentando debido, en parte, a la creciente obesidad de las mujeres en edad fértil. El sitio retinopatía diabética (RD) es la afección ocular más comúnmente afectada por el embarazo, y durante este periodo existe un mayor riesgo de desarrollo y progresión de la enfermedad.

Varios estudios científicos han demostrado que hasta 50% de la retinopatías no proliferativas puede empeorar al principio del embarazo, mejorando en la mayoría de los casos en el tercer trimestre y/o después del parto. Los factores que influyen en la progresión de la RD son la duración de la diabetes, el grado de retinopatía en el momento de la concepción, los niveles de glucemia y la coexistencia de enfermedades vasculares. En cambio, la diabetes gestacional representa un riesgo muy bajo de desarrollo de retinopatía.

Es importante destacar que el estado de salud ocular de la mujer diabética debe evaluarse y estabilizarse antes del embarazo, y que debe mantenerse estrictamente el control glucémico. También sería aconsejable realizar un examen ocular completo al menos cada trimestre y en los tres meses siguientes al parto.

Glaucoma

Las mujeres con glaucoma preexistente pueden mostrar una mejoría durante el embarazo; sin embargo, es importante consultar al oftalmólogo al principio del embarazo para que el glaucoma pueda controlarse de cerca y se puedan comentar con la paciente todas las opciones de tratamiento.

Complicaciones oculares de enfermedades sistémicas

Preeclampsia y eclampsia

Preeclampsia, o gestosisLa eclampsia puede aparecer después de la semana 20 de embarazo y se caracteriza por la presencia de uno o varios signos clínicos como edema, proteinuria o hipertensión. La eclampsia, por su parte, es la complicación más temida de la preeclampsia y se caracteriza por convulsiones, confusión mental, cefaleas, náuseas y vómitos, y también puede causar sufrimiento fetal grave.

Nueva prueba diagnóstica

Actualmente se está desarrollando un nuevo método basado en el análisis del ARN libre circulante (ARNfc) en el plasma materno que, mediante un análisis de sangre realizado en el primer trimestre del embarazo, permitirá identificar con precisión a las mujeres con riesgo de desarrollar preeclampsia hasta cinco meses antes del diagnóstico clínico.

Hasta ahora, las herramientas de cribado actuales, basadas en factores de riesgo clínicos o biomarcadores placentarios, identifican menos de la mitad de los casos y a menudo lo hacen cuando el trastorno ya está en curso.

Trastornos visuales

Se notificaron alteraciones visuales que incluían escotoma, diplopía, disminución de la visión y fotopsia en 25% de mujeres con preeclampsia grave y en 50% de mujeres con eclampsia.

Los cambios en la retinopatía preeclampsia son similares a los de la retinopatía hipertensiva, siendo el hallazgo más común la restricción arteriolar retiniana, que suele ser focal pero también puede ser generalizada. Otras alteraciones son la hemorragia retiniana, el edema, el exudado, los infartos de fibras nerviosas y la hemorragia intravítrea secundaria a neovascularización.

Existe una correlación positiva entre la gravedad de la preeclampsia y el grado de retinopatía; sin embargo, esta última suele resolverse al mismo tiempo que la primera. Los casos de retinopatía debidos a la preeclampsia pueden ser más graves si coexisten diabetes, hipertensión crónica y enfermedad renal.

Síndrome de Sheehan

El síndrome de Sheehan, o aplopejía hipofisaria, es una afección caracterizada por el agrandamiento de la hipófisis debido a un infarto o una hemorragia súbita en los adenomas hipofisarios. El embarazo es uno de los factores de riesgo de esta afección, que puede producirse por hemorragia posparto. Este síndrome se considera potencialmente mortal para la vista, ya que puede causar pérdida de visión (52%), campo visual (64%) y/u oftalmoplejía.

Enfermedad de Graves

La enfermedad de Graves es la causa más frecuente (85%) de hipertiroidismo durante el embarazo; puede haber una exacerbación de la enfermedad en el primer trimestre, que tiende a mejorar en el segundo y tercer trimestres. Es muy importante vigilar de cerca el periodo postnatal, ya que a menudo se han notificado recidivas repentinas de la enfermedad. El tratamiento de las mujeres embarazadas con enfermedad de Graves debe ser multidisciplinar e implicar a un obstetra para el tratamiento de las afecciones médicas maternas, pero también a un endocrinólogo para controlar la enfermedad.hipertiroidismo y un oftalmólogo para tratar las complicaciones oculares. Las repercusiones de la enfermedad de Graves en los ojos son frecuentes e incluyen: mirada fija, descenso retardado de los párpados, proptosis y parálisis de los músculos extraoculares.

Uveítis

Los efectos inmunosupresores y los altos niveles de corticoides en las mujeres embarazadas pueden provocar una mejoría de la uveítis, especialmente a mitad de la gestación, aunque existe el riesgo de exacerbación posparto. Por lo tanto, el tratamiento de las pacientes con uveítis en el embarazo puede incluir una disminución de la administración de medicación para la uveítis durante la gestación, a fin de minimizar los efectos secundarios sobre el feto, y después del parto un seguimiento intensificado para comprobar posibles recaídas.

Embarazo y salud ocular

Retinopatía diabética en el embarazo - Oculista Italiano

Embarazo: ¿cómo afecta a la vista? - Oftalmólogo italiano

Bibliografía

Khawla Abu Samra. Oman J Ophthalmol. 2013 mayo-agosto; 6(2): 87-91

Nursal Melda Yenerel y Raciha Beril Küçümen. Turk J Ophthalmol. 2015 Oct; 45(5): 213-219.

- Sushma Sharma, et al. The Obstetrician & Gynaecologist. Volume 8, Issue 3, Versión de registro en línea: 24 ENE 2011.

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