En omega 3 (PUFA-n3), Junto con los omega 6, son una de las principales clases de ácidos grasos poliinsaturados esenciales para el bienestar de nuestro organismo. Intervienen en numerosas funciones, entre ellas:
- la reducción de los niveles de colesterol;
- la síntesis de la hemoglobina;
- control de la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
Los PUFA-N3, entre los que destacan el ácido ecosapentaenoico (EPA), el ácido docodahexaenoico (DHA) y el ácido alfa-linoleico (ALA), no son sintetizados por el organismo, sino que se introducen a través de la alimentación, en particular mediante el consumo de pescado y de ciertos alimentos de origen vegetal como los frutos secos. Además de sus funciones fisiológicas normales, los omega-3 han demostrado tener múltiples efectos positivos, especialmente en la prevención de enfermedades cardiovasculares y/o inflamatorias. Por estas razones, en caso de deficiencia o en concentraciones subóptimas, los omega-3 deben introducirse a través de la suplementación con complementos alimenticios.
¿Qué dicen los últimos estudios?
Los datos científicos han revelado una estrecha asociación entre una dieta rica en omega-3 y una reducción:
-del riesgo de mortalidad asociado a la enfermedad coronaria;
-del deterioro de las facultades cognitivas relacionado con la edad;
-del riesgo de desarrollar el síndrome del ojo seco (http://www.oculistaitaliano.it/articoli/focus-sul-dry-eye/), la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)(http://www.oculistaitaliano.it/articoli/degenerazione-maculare-legata-alleta-consigli-la-prevenzione-diagnosi-precoce/) y las enfermedades oculares relacionadas con la edad en general.
En particular se ha demostrado que una carencia de omega-3 puede predisponer al glaucoma. Esta patología ocular está estrechamente relacionada con el aumento de la presión intraocular (PIO) del ojo, que tiende a aumentar paralelamente al proceso fisiológico normal de envejecimiento. Sin embargo, estudios realizados en la población japonesa, conocida por su elevado consumo de pescado y sus altos niveles de omega 3, muestran un tendencia completamente a la inversa: una reducción de la PIO con la edad. Esto último fue confirmado por un estudio clínico realizado por un equipo de investigadores estadounidenses en el que se demostró que la La administración de suplementos de Omega 3 durante un periodo de tres meses en una población joven normotensa redujo los valores de presión intraocular en 8%. Además, los datos de una encuesta realizada por el Encuesta nacional de salud y nutrición de algo menos de 4.000 personas, han demostrado que el omega-3 también se asocia a una reducción de la aparición de neuropatía glaucomatosa. Por lo tanto, garantizar la cantidad adecuada de ácidos omega-3 para cubrir las necesidades medias de un adulto, ya sea a través de una dieta equilibrada o con la ayuda de complementos alimenticios, es un elemento clave para el bienestar del organismo y para la prevención de diversas enfermedades oculares relacionadas con la edad.
Fuente
Laura Elizabeth DL et al.La suplementación oral con omega 3 reduce la presión intraocular en adultos normotensos. TVST, Vol. 7 j No. 3 j Artículo 1 (2018)
Dr. Carmelo Chines
Director responsable