¡Aquí vienen los robots!

También en oftalmología, el futuro será testigo de un uso cada vez mayor de máquinas robóticas, sobre todo en cirugía.

Las últimas noticias anuncian el uso de robots también en la cirugía de cataratas, que es el procedimiento de cirugía ocular más frecuente en todo el mundo. La novedad es un prototipo que utiliza un brazo robótico guiado por una cámara 3D, que está mostrando resultados muy prometedores en los estudios iniciales de viabilidad.

Robots en oftalmología
Durante años, los robots nos han fascinado y asustado al mismo tiempo, porque admiramos su precisión, pero tememos los sistemas guiados únicamente por algoritmos matemáticos. Estos temores son especialmente pronunciados en medicina, un campo en el que se maneja a personas en estado vulnerable. Sin embargo, es precisamente la cirugía la que constituye un terreno óptimo para el uso de robots, porque el robot sólo tiene dos manos, no tiembla, no se cansa, puede operar a través de incisiones muy pequeñas y permite operaciones perfectamente reproducibles. Estas características permiten la cirugía robótica en zonas que de otro modo no serían accesibles.

El primer robot que entró en el quirófano fue, en 2000, el Sistema Da Vinci y desde entonces han crecido hasta los 5.000 sistemas actuales en todo el mundo. Los principales campos de aplicación son la cirugía del cáncer de próstata y la cirugía ortopédica de cadera y rodilla.

Si nos centramos en la oftalmología, de hecho muchos cirujanos ya utilizan robots, como en el caso de la cirugía de cataratas con láser de femtosegundo. El láser de femtosegundo es un robot que opera según una secuencia preprogramada: incide frontalmente la cápsula en un círculo perfecto, reduce el núcleo del cristalino en fragmentos, realiza incisiones estromales arqueadas para la corrección del astigmatismo y prepara incisiones que se cierran sobre el túnel corneal en cualquier posición y configuración.

En el campo de la cirugía de retina, para la que es esencial eliminar o reducir los microtremores de la mano y operar en espacios muy reducidos, el Sistema Preceyes. Este sistema se guía por la mano del cirujano como la cadena de transmisión de un coche: si el cirujano mueve su mano 1-2 cm, el robot sólo hará un movimiento de 0,5 - 1 mm. Esto permite inyectar una vena retiniana o diseccionar membranas epiteliales con una precisión que no sería posible sin el robot.

Cataratas y sistemas robóticos 3D
En la cirugía de cataratas, el factor crucial para el éxito de la cirugía robótica es la precisión en el seguimiento y el posicionamiento del brazo robótico, y para ello el nuevo sistema 3D utiliza un sistema de seguimiento estereoscópico en tiempo real que rastrea simultáneamente el ojo y el instrumento. Para mantener un diseño minimalista, el prototipo se fabricó incluyendo un brazo robótico industrial, adaptado con un accesorio especial para montar los instrumentos. En lugar de un láser externo, el sistema robótico está equipado con un instrumento eléctrico de alta frecuencia para capsulotomía. Una cámara estereoscópica realiza el seguimiento y la obtención de imágenes en lugar del microscopio quirúrgico. Además de controlar la posición y rotación del ojo, el sistema de seguimiento puede adquirir datos para compensar los cambios inducidos quirúrgicamente, como la deformación del ojo resultante de la introducción de instrumentos.

El rendimiento de este prototipo se ha evaluado hasta ahora con modelos mecánicos de ojos para el guiado instrumental, ojos artificiales fotorrealistas para calibrar el seguimiento y ojos de cerdo para comprobar el rendimiento global del sistema en la realización de actos quirúrgicos. Hasta ahora, el sistema se ha utilizado para incisiones corneales y capsulotomías y ha demostrado funcionar con suficiente precisión, fluidez de movimiento y velocidad. La cámara 3D fue capaz de triangular un punto con una precisión de ±0,05 mm, y se alcanzó el mismo nivel de precisión en el posicionamiento de los instrumentos. Con este tipo de rendimiento, el robot es potencialmente capaz de guiar los instrumentos hasta la cámara anterior a través de una pequeña abertura en el limbo como punto de acceso y pivote. La comparación con grabaciones de operaciones realizadas por cirujanos humanos demuestra que el brazo robótico se mueve con una velocidad y fluidez similares a las humanas.

Desarrollos en curso
El prototipo probado monta actualmente un único soporte de "cambio rápido", que requiere retirar el brazo robótico del ojo para sustituir manual o robóticamente los instrumentos quirúrgicos. Otra alternativa que se está desarrollando es un soporte con un cambiador automático de tipo "revólver" adaptado para múltiples instrumentos quirúrgicos.

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