Enfermedad de Alzheimer y diagnóstico precoz: el papel de los oftalmólogos

Los signos y síntomas que afectan a la retina, el nervio óptico y el sistema visual aferente posterior podrían ser una manifestación precoz útil para que los oftalmólogos diagnostiquen la Enfermedad de Alzheimeruna enfermedad progresiva y debilitante que es la forma más común de demencia.

El diagnóstico precoz del Alzheimer es, sin duda, una situación beneficiosa tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. De hecho, aunque todavía no existe ningún tratamiento que pueda evitar la progresión o resolver esta enfermedad, el reconocimiento precoz y la intervención sobre los factores de riesgo conocidos pueden reducir tanto la gravedad de la enfermedad como su ritmo de progresión.

Sin embargo, actualmente no existe cribado dedicado. Además, el deterioro cognitivo es gradual y a menudo puede pasar desapercibido en las primeras fases. Por este motivo, los pacientes suelen presentarse al clínico en fases más avanzadas de la enfermedad.

Síntomas oftalmológicos de la enfermedad

El Dr. Sergott, director del Servicio de Neurooftalmología del Wills Eye Hospital y fundador y director general del Annesley EyeBrain Center de la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia (Pensilvania), en un reciente artículo publicado en Oftalmología Times, subrayó la importancia de evaluar los signos y síntomas, a menudo difíciles de interpretar, en pacientes de 55 años o más. De hecho, en el caso de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, los pacientes recurren a menudo a consultar primero a un oftalmólogo antes que a un neurólogo, debido a los trastornos visuales asociados.

Las manifestaciones oftalmológicas de la enfermedad de Alzheimer se presentan con una amplia variedad de síntomas, entre los que se incluyen la dificultad para percibir el movimiento o reconocer objetos y colores. También pueden producirse dificultades de lectura y orientación, que aparecen en pacientes con una edad media de 50-65 años.  Los síntomas también incluyen la pérdida de percepción de la profundidad y la disfunción de los fotorreceptores, que se manifiestan como deslumbramiento y ceguera nocturna.

La función visual-espacial como marcador cognitivo

Estudios recientes sugieren precisamente que, en la enfermedad de Alzheimer, los trastornos visuoespaciales se desarrollan antes que los problemas de memoria, por lo que pueden representar una herramienta de diagnóstico precoz. En concreto, se cree que las disfunciones visuoespaciales se encuentran entre las manifestaciones más tempranas de esta enfermedad y están presentes en el 20-43% de los pacientes, y se ha sugerido que el deterioro de estas funciones puede incluso estar presente entre cinco y seis años antes del diagnóstico.

La función visual-espacial podría, por tanto, ser un potencial marcador cognitiva para la detección del Alzheimer antes de que haya alcanzado su manifestación clínica.

Ciertamente, junto con estos síntomas visuales, es crucial reconocer a los pacientes que también presentan alteraciones de la memoria, lo que podría sugerir un déficit más global en el procesamiento visual. Otras enfermedades similares a la enfermedad de Alzheimer, como la demencia por cuerpos de Lewy y la enfermedad por priones, también pueden presentar síntomas visuales similares.

El electrorretinograma (ERG) multifocal, que permite aislar la respuesta eléctrica de la región macular en caso de déficit de la función visual central, no  asociada a cambios retinianos visibles en el examen del fondo de ojo, es la prueba más sensible para identificar anomalías retinianas en pacientes con síndromes de demencia.

Por lo tanto, se aconseja a los médicos que presten atención a los pacientes con defectos del campo visual que presenten problemas con la prueba perimétrica automatizada. Otra condición clínica que debe alertar a oftalmólogos y neurólogos sobre el posible diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer es la presencia de hemianopsia homónima, detectada con una resonancia magnética normal.

En conclusión, aunque actualmente no se dispone de ningún tratamiento para curar la enfermedad de Alzheimer, los fármacos cada vez más eficaces disponibles para esta afección auguran un buen futuro, pero no cabe duda de que una intervención precoz puede mejorar el pronóstico de los pacientes.

Precisamente por eso, el papel de los oftalmólogos en el reconocimiento de los primeros síntomas del Alzheimer puede ser tan valioso para el diagnóstico y para garantizar una mejor calidad de visión y de vida a los pacientes.

 

Bibliografía

  1. Lynda Charters, Diagnosticar la enfermedad de Alzheimer: los oftalmólogos tienen un papel en la detección precoz, Edición digital, Ophthalmology Times: 15 de junio de 2021, Volumen 46, Número 10.
  2. Paris Dickens y Kanna Ramaesh, The Evolving Role of Ophthalmology Clinics in Screening for Early Alzheimer's Disease: A Review, Vision 2020, 4, 46; doi:10.3390/vision4040046

Dr. Carmelo Chines
Director responsable

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