La conjuntivitis alérgica tiene un gran impacto en la calidad de vida de quienes la padecen. Pero qué hay de nuevo en la investigación genética.
Cuando se acerca la primavera, incluso con el ritmo alterado de las estaciones provocado por el cambio climático, con los primeros días de buen tiempo, aparece en el horizonte de los afectados la pesadilla de las alergias primaverales y, en particular, de la conjuntivitis alérgica.
Conjuntivitis alérgica
La conjuntivitis alérgica es una enfermedad ocular inflamatoria de base autoinmunitaria que afecta a la conjuntiva, los párpados y la córnea.
Entre las formas más frecuentes se encuentran conjuntivitis alérgica estacional (CAE) y el Conjuntivitis alérgica perenne (CAP).
Conjuntivitis alérgica estacional (CAE)
La conjuntivitis alérgica estacional (CAE) se produce durante la primavera y/o el verano y se desencadena por la presencia de polen en el aire, normalmente procedente de hierbas. El SAC también suele asociarse a síntomas importantes que afectan a las fosas nasales, en cuyo caso se habla de rinoconjuntivitis.
Conjuntivitis alérgica perenne (CAP)
Conjuntivitis alérgica perenne (CAP) puede aparecer en cualquier época del año y, en el caso de esta forma alérgica, los alérgenos pueden ser diferentes: ácaros del polvo, caspa de animales domésticos o presencia de esporas de hongos y mohos.
El papel de la microbiota intestinal
En los últimos años, cada vez hay más pruebas del papel decisivo que desempeña el microbiota intestinal en el equilibrio y la modulación de la respuesta inmunitaria y en la patogénesis de las manifestaciones alérgicas.
Este hallazgo implica que un desequilibrio en la microbiota intestinal podría constituir un marcador útil para predecir la aparición de conjuntivitis alérgica.
Microbiota y microbioma
Estos dos términos se utilizan a veces como sinónimos aunque, a nivel estrictamente científico, tienen significados diferentes.
Microbiota
En microbiota indica la población, del orden de varios miles de millones, de microorganismos (arqueas, bacterias, levaduras, virus, hongos), presentes en todo nuestro cuerpo, en la dermis y en todas nuestras cavidades.
Estos microorganismos, en el equilibrio adecuado entre eubionti (microorganismos con acciones beneficiosas) y pataletas (microorganismos causantes de enfermedades), son necesarios para nuestro bienestar.
Microbioma
Por el término microbioma indica, por otra parte, la totalidad del patrimonio genético que posee la microbiota, es decir, los genes que es capaz de expresar.
Las funciones de la microbiota
Los microorganismos de la microbiota intestinal nos ayudan a asimilar los alimentos y nos protegen de muchas enfermedades. También producen sustancias muy útiles para nuestro metabolismo, como vitaminas, entre ellas la vitamina D, ácidos grasos de cadena corta (AGCC), algunas hormonas y neurotransmisores.
Hoy en día, la microbiota intestinal es una importante diana terapéutica para muchas enfermedades inflamatorias, autoinmunes, neurodegenerativas y muchas otras que los estudios científicos están identificando progresivamente.
La composición de la microbiota individual, y de la microbiota intestinal en particular, se ve influida por el embarazo, el parto natural o por cesárea, la lactancia materna o artificial, el destete, una higiene excesiva, el estrés, el ejercicio, las terapias farmacológicas y, sobre todo, la dieta.
En referencia a las drogas, es muy importante destacar que la antibióticos, mientras que, por otro lado, se evita la proliferación de patógenos y el desarrollo de enfermedades infecciosas comprometer la población bacteriana normal, que reside principalmente en el intestino, donde desempeña un papel clave en el mantenimiento de la salud del organismo huésped.
Especificidad del microbioma ocular
En el ojo humano coexisten numerosos microhábitats bacterianos, cuya composición refleja los niveles de exposición al ambiente exterior.
Los estudios, publicados en la literatura, han demostrado que el género más representado en la superficie ocular es el Corynebacterium, seguido de Estafilococo, Streptococcus, Acinetobacter e Pseudomonas.
Microbiota y enfermedades oculares
Actualmente se dispone de datos científicos consolidados sobre la correlación entre las alteraciones de la composición de la microbiota intestinal y la patogénesis de las enfermedades intestinales, incluido el síndrome del intestino irritable.
Probablemente se sabe menos sobre las correlaciones entre las alteraciones de la microbiota y la aparición de determinadas enfermedades oculares.
El primer punto a destacar es que esta correlación es detectable para las enfermedades oculares en las que hay un componente inflamatorio y los ámbitos específicos pueden resumirse del siguiente modo:
- Microbiota y degeneración macular asociada a la edad
- Microbiota y enfermedades de la superficie ocular, en particular el ojo seco
- Microbiota y enfermedades neurodegenerativas oculares, incluido el glaucoma
Microbiota y enfermedades de la superficie ocular
En los últimos años, las investigaciones se han centrado en la relación entre el equilibrio de la microbiota y determinadas patologías de la superficie ocularcomo el síndrome del ojo seco, la epiescleritis, la conjuntivitis folicular crónica, el pterigión y la enfermedad de Thygeson.
Todas las patologías mencionadas son de naturaleza esencialmente idiopática, es decir, se caracterizan por la ausencia de una causa inequívocamente identificable, y al mismo tiempo están unidas por la presencia de una componente inflamatorio.
La hipótesis que ha guiado la investigación en los últimos años ha sido que un desequilibrio en la comunidad microbiótica específica de la superficie ocular puede determinar o contribuir a su aparición, como en el caso del microbioma intestinal y las enfermedades que afectan al intestino.
Papel de la microbiota en la aparición de la conjuntivitis alérgica
En la perspectiva de la medicina predictiva, preventiva y personalizada, aclarar el papel del desequilibrio de la microbiota intestinal en la aparición de la conjuntivitis alérgica podría ofrecer una oportunidad para la predicción primaria primero y para la prevención selectiva después y, por último, para el tratamiento personalizado de la enfermedad.
Disbiosis y respuesta inflamatoria
En un estudio, publicado en mayo de 2023 en EPMA Journal, el órgano oficial de Evidence-based Predictive, Preventive & Personalised Medicine, los investigadores probaron la hipótesis de que los individuos con disbiosis intestinal pueden ser más susceptibles a la conjuntivitis alérgica debido a una mayor respuesta inflamatoria.
Variantes genéticas
Para ello, se seleccionaron variantes genéticas relacionadas con las condiciones de la microbiota intestinal (N= 18.340) y la conjuntivitis alérgica (4.513 casos, con 649.376 controles) a partir de estudios de asociación de genoma completo.
Detección innovadora e intervenciones específicas
Con la llegada de las modernas tecnologías de secuenciación dirigidas al gen del ARN ribosómico 16S (ARNr 16S), ahora es posible analizar de forma rápida y rentable las comunidades microbianas del intestino a partir de muestras fecales, que pueden obtenerse de forma fácil y no invasiva.
Identificar una alteración de la microbiota intestinal es crucial, entre otras cosas porque la conjuntivitis alérgica puede servir de indicador precoz y fiable de trastornos sistémicos como la dermatitis atópica y el asma. La secuenciación del gen 16S rRNA mostró que las personas que corren riesgo de sufrir una reducción de la Ruminococcaceae_UCG_002 , Holdemanella, Catenibacterium, Senegalimassilia y el aumento de los niveles de Oscillospira presentan un mayor riesgo de conjuntivitis alérgica.
Nuevas opciones de tratamiento
Los individuos identificados mediante secuenciación genética deben recibir un tratamiento precoz agresivo para corregir la disbiosis, como: cambiar la dieta, tomar suplementos probióticos y prebióticos.
Estudios recientes confirman que determinadas cepas probióticas son capaces de aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica. Los probióticos son microorganismos naturales compatibles con los presentes de forma natural en el intestino y constituyen, junto con los prebióticos, el ecosistema intestinal que, entre microorganismos inocuos y patógenos, alberga más de 400 especies.
Por ejemplo, puede aumentar el nivel de Ruminococcaceae_UCG_002 con suplementos probióticos específicos, mientras que pueden administrarse antibióticos específicos para suprimir el crecimiento de Oscillospira
Perspectivas de futuro y estrategias de prevención
Además, la secuenciación de 16S rDNA de "alto rendimiento" podría convertirse en una prueba rutinaria para identificar alteraciones en la microbiota intestinal en pacientes con conjuntivitis alérgica, lo que sería el primer paso para luego delinear las cepas probióticas específicas para cada paciente, modificar su dieta y administrar antibióticos específicos para mejorar la respuesta inflamatoria y los síntomas y mejorar la calidad de vida desde las primeras etapas de la conjuntivitis alérgica.
Este enfoque también es muy útil para la prevención secundaria de la enfermedad. Recuerde que la prevención primaria consiste en evitar que un individuo se vuelva alérgico, mientras que la prevención secundaria consiste en evitar el contacto con el alérgeno.
Leer más con:
- Alergias oculares: un problema para todas las estaciones - Oculista Italiano
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- Alergia ocular: ¿factor de riesgo del síndrome del ojo seco? - Oftalmólogo italiano
- Liu K, Cai Y, Song K, Yuan R, Zou J. Clarifying the effect of gut microbiota on allergic conjunctivitis risk is instrumental for predictive, preventive, and personalized medicine: a Mendelian randomization analysis. EPMA J. 2023 May 22;14(2):235-248. doi: 10.1007/s13167-023-00321-9. PMID: 37275551; PMCID: PMC10201039.
- Bielory L, Delgado L, Katelaris CH, Leonardi A, Rosario N, Vichyanoud P. ICON: Diagnóstico y tratamiento de la conjuntivitis alérgica. Allergy Asthma Immunol: publicación oficial del American College of Allergy, Asthma, & Immunology. 2020;124(2):118-134. doi: 10.1016/j.anai.2019.11.014.
- Vazirani J, Shukla S, Chhawchharia R, Sahu S, Gokhale N, Basu S. Allergic conjunctivitis in children: current understanding and future perspectives. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2020;20(5):507-515. doi: 10.1097/aci.0000000000000675.