La pesca es una actividad que practican muchas personas con un claro predominio del sexo masculino. Esta afición, considerada por la mayoría como inofensiva y segura, podría en verdad ser peligrosa para ciertas partes de nuestro cuerpo, en particular para ojos. De hecho, los datos del registro de lesiones oculares de EE.UU. afirman que el las lesiones oculares asociadas a la pesca representan el 19,54% de todas las lesiones oculares relacionadas con el deporte en general y que las lesiones de bulbo abierto relacionadas con el deporte se producen en el 44,06% de los casos.
Las lesiones oculares causadas por anzuelos, aunque infrecuentes, pueden provocar lesiones oculares graves. La gravedad de estas lesiones depende de las estructuras oculares que el anzuelo golpee accidentalmente. De hecho, el anzuelo, por su grosor y forma, tiene una capacidad de penetración muy elevada que puede afectar no sólo a la córnea y la esclerótica, sino incluso a la cámara posterior del vítreo, aunque las lesiones más frecuentes son las relacionadas con el segmento anterior.
Las lesiones oculares también suelen asociados a complicaciones como la aparición de cataratas tras un traumatismo, hemorragias tanto de la coroides como del cuerpo vítreo, infecciones como la endoftalmitis, así como el desprendimiento de retina, condición esta última que provoca la pérdida de visión. La gravedad de los traumatismos oculares causados por anzuelos depende también de la velocidad del anzuelo y de la dirección y orientación desde la que se lanza.
No existen abundantes datos al respecto en la literatura, ya que las lesiones oculares por ganchos son sucesos accidentales y poco frecuentes. Sin embargo, recientemente en una conocida y prestigiosa revista de oftalmología, el BMC Oftalmologíase han publicado algunas pruebas científicas sobre lesiones oculares accidentales provocadas por anzuelos.
Qué dicen los datos del estudio
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores del Departamento de Oftalmología del Centro Médico Universitario de Kiel (Alemania) en 9 pacientes, 4 de ellos niños, todos varones y con edades comprendidas entre los 7 y los 50 años. Todos los pacientes presentaban lesiones oculares como consecuencia del anzuelo clavado en el ojo y todos necesitaron cirugía. De los 9 pacientes, 4 tenían lesiones abiertas en el bulbo.
Los autores del estudio concluyen afirmando que, aunque no existen verdaderas recomendaciones o advertencias a seguir, es importante tener en cuenta ciertas complicaciones asociadas a esta actividad. Por lo tanto, los ojos deben protegerse siempre con el uso de lentes, lo que sin duda reducirá el número y la gravedad de las lesiones oculares por anzuelos que uno pueda sufrir.
Fuente
Purtskhvanidze et al. Open globe and penetrating eyelid injuries from fish hooks. BMC Oftalmología. 1-5; (2019)
Dr. Carmelo Chines
Director responsable