La pandemia de COVID-19, que ha azotado al mundo durante el último año, ha dado lugar a la difusión de una serie de medidas de protección a las que no estábamos acostumbrados, como el uso de mascarillas y la higienización de las manos, que han permitido controlar la propagación del virus SARS-CoV-2.
Para evitar las aglomeraciones, incluso en los lugares de trabajo, muchas actividades se han desarrollado y se siguen desarrollando en el smart working, gracias al uso de dispositivos digitales y plataformas virtuales, lo que se traduce en un aumento considerable del tiempo que se pasa delante de las pantallas de los ordenadores.
Todas las medidas adoptadas han resultado cruciales para frenar y limitar las infecciones por el nuevo coronavirus, pero los oftalmólogos señalan un aumento paralelo de los informes sobre sequedad ocular, a menudo debida precisamente al uso prolongado de dispositivos digitales y mascarillas.
Científicos del Centre for Ocular Research & Education (CORE) de Waterloo (Canadá) han bautizado MADE (Mask-Associated Dry Eye) al síndrome de ojo seco asociado al uso de mascarilla.
En particular, el uso prolongado de máscaras puede provocar sequedad ocular, ya que el aire espirado tiende a desviarse hacia arriba y, por tanto, hacia los ojos: este flujo de aire dirigido hacia la superficie de la córnea puede provocar una aceleración de la evaporación de la película lagrimal, provocando precisamente sequedad e irritación ocular.
Este proceso, que puede causar el síndrome del ojo seco incluso en pacientes que nunca lo han padecido anteriormente, también puede empeorar el síndrome del ojo seco en pacientes en los que ya se da esta afección, o en mujeres con ojo seco posmenopáusico y en personas que utilizan smartphoneordenadores u otros dispositivos digitales durante más de 2 horas seguidas.
Los síntomas del síndrome del ojo seco pueden empeorar tras el uso prolongado de mascarillas en pacientes de edad avanzada, pacientes sometidos a cirugía ocular, usuarios de lentes de contacto y personas que trabajan muchas horas en ambientes con aire acondicionado.
Además de las molestias debidas a la sequedad ocular, los pacientes con MADE pueden frotarse los ojos inadvertidamente, lo que aumenta la posibilidad de que sus manos, que no siempre están bien lavadas, se lleven a la cara y, por tanto, el riesgo de contraer un coronavirus u otra infección ocular.
Cómo prevenir MADE
Para contener la pandemia mundial de COVID-19, es responsabilidad de todos llevar mascarilla en los lugares públicos cerrados y en todas las reuniones, incluso cuando se trate de ojos secos.
Sin embargo, pueden tomarse algunas precauciones para prevenir la MADE:
- -Utilizar correctamente las gafas, de forma que se ajusten bien a la cara, especialmente a la altura de la nariz, para evitar que el aire exhalado llegue a los ojos. Este consejo debe tenerse especialmente en cuenta cuando se llevan gafas o gafas de sol;
- -Las personas que experimentan síntomas de sequedad ocular debido al uso prolongado de mascarillas deben hacer descansos regulares y acudir a entornos en los que sea posible quitarse la mascarilla y permitir que los ojos se lubriquen y vuelvan a formar la película lagrimal;
- -El uso frecuente de colirios lubricantes, por consejo de un oftalmólogo, puede ser útil para reducir los síntomas del ojo seco;
- -es importante limitar el tiempo de exposición al aire acondicionado;
- -Tome descansos regulares de los dispositivos digitales siguiendo la regla 20:20:20 (cada 20 minutos que pase frente a la pantalla, haga una pausa de 20 segundos, mirando fijamente a un punto situado a 20 pies -es decir, a unos 6 metros- de distancia para minimizar la fatiga ocular).
Es importante recordar que MADE no debe utilizarse como excusa para no llevar mascarilla, pero puede ser útil consultar a un oftalmólogo para recibir todas las indicaciones específicas para limitar las molestias debidas a la sequedad ocular.
De hecho, no olvidemos que los ojos siguen siendo vulnerables a las infecciones, especialmente en condiciones de sequedad, ya que la película lagrimal es una barrera esencial contra la invasión de patógenos.
Bibliografía:
- Suresh K Pandey, Vidushi Sharma, Mask-associated dry eye disease and dry eye due to prolonged screen time: Are we heading towards a new dry eye epidemic during the COVID-19 era?, Indian J Ophthalmol. 2021 Feb;69(2):448-449. doi: 10.4103/ijo.IJO_3250_20.
- Majid Moshirfar, William B West Jr, Douglas P Marx, Face Mask-Associated Ocular Irritation and Dryness, Ophthalmol Ther. 2020 Sep;9(3):397-400. doi: 10.1007/s40123-020-00282-6.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable