En el glaucoma, cada hora que pasa reduce las posibilidades de éxito de la terapia.
Así que si su perro o gato presenta uno de los signos clínicos enumerados en nuestro artículoUn ojo opaco podría ser glaucomalo primero que hay que hacer es que lo examine inmediatamente (o lo antes posible) un veterinario, preferiblemente un oftalmólogo.
Diagnóstico del glaucoma
El instrumento necesario para medir la presión intraocular, el tonómetro electrónico (ya sea un tonómetro de rebote magnético o de aplanación), no suele estar presente en las instalaciones veterinarias básicas, por lo que se recomienda un examen oftalmológico especializado. Un examen oftalmológico completo permitirá no sólo establecer el diagnóstico, sino también evaluar el pronóstico. En algunos casos puede ser necesario realizar investigaciones especiales, como la gonioscopia o elecografía ocular.
La gonioscopia consiste en utilizar una lente especial que, aplicada sobre la córnea, permite visualizar el ángulo iridocorneal, la zona por la que drena el humor acuoso. Se realiza principalmente en los casos en que se sospecha un glaucoma primario, basándose en la historia clínica y la raza. Por lo general, basta con anestesia local, para poder colocar la lente de gonioscopia en la córnea sin molestar demasiado al paciente.
Ecografía ocular puede ser útil en los casos en que el ojo ya está opaco y no es posible visualizar las estructuras intraoculares. Incluso en este caso, la anestesia local suele ser suficiente para poder colocar la sonda directamente sobre la córnea o mantener los párpados cerrados.
Desgraciadamente, el glaucoma es una enfermedad irreversible, a menos que pueda eliminarse la causa subyacente, como en el caso de la luxación del cristalino, en la que puede extirparse quirúrgicamente. Esto significa que habrá que adoptar una terapia médica durante el resto de la vida del paciente.
El tratamiento suele consistir en una combinación de medicación (principalmente colirios) y revisiones periódicas en el oftalmólogo veterinario.
En determinados casos, también se puede optar por un abordaje quirúrgico. Por desgracia, a pesar de los esfuerzos terapéuticos, a menudo es difícil mantener el glaucoma bajo control y la terapia médica puede dejar de ser eficaz en un plazo variable.
Si la presión es permanentemente alta a pesar de la terapia, el dolor intraocular también es considerable y, en caso de ceguera, la enucleación es la mejor indicación para tratar el dolor crónico.
Terapia
El tratamiento del glaucoma puede ser médico, quirúrgico o asociado. El tratamiento médico es sin duda el primer enfoque y debe ser inmediato. El objetivo principal es reducir la presión intraocular a niveles que el ojo pueda tolerar, tratar la causa subyacente (si existe y es posible), reducir el riesgo de ceguera en la medida de lo posible, intentando conservar la mayor visión posible y, por último, pero no por ello menos importante, controlar el dolor.
La terapia debe establecerse siempre bajo el control directo y estricto del médico veterinario, y deben evitarse absolutamente las terapias "hágalo usted mismo" y los consejos de "quién sabe por qué su perro/gato también..." Cada individuo es un caso aparte y debe ser seguido por el médico.
La terapia médica consiste principalmente en la administración de colirios que reducen la producción de humor acuoso o aumentan su drenaje por vía no convencional.
- Diuréticos osmóticos. El manitol se utiliza SÓLO en casos de urgencia en el tratamiento del glaucoma agudo. Se administra por vía intravenosa y requiere atención especializada.
- Análogos sintéticos de las prostaglandinas. Aumentan el drenaje por la vía no convencional, por lo que suelen ser bastante eficaces. Administrados una o dos veces al día, Latanoprost, Travoprost y similares pueden utilizarse a largo plazo.
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica. Reducen la producción de humor acuoso, reduciendo así la presión intraocular. Entre ellos se encuentran la Dorzolamina y la Brinzolamida. Los fármacos orales no muestran una eficacia superior y son una causa potencial de efectos secundarios sistémicos.
- β-bloqueantes. Al reducir el flujo sanguíneo a los cuerpos ciliares, reducen la producción de humor acuoso. No se encuentran entre los más utilizados en oftalmología veterinaria, pero pueden tener efectos sinérgicos con otras terapias tópicas. Especialmente en animales pequeños pueden tener efectos secundarios, sobre todo si existen enfermedades pulmonares o cardiacas concomitantes. Entre ellos se incluyen el Timolol y el Betaxolol.
Esperamos con impaciencia la tercera entrega, en la que se examinarán los casos en los que la terapia médica no consigue controlar la enfermedad.
Veremos juntos qué es lo mejor que podemos hacer y cuál es la mejor forma de tratar a nuestro animal enfermo.
Daniele Santillo
Dr. Daniele Santillo
Med Vet, CertVOphthal, MRCVS
RCVS Profesional Avanzado en Oftalmología Veterinaria
Arezzo - CV corto de Santillo
En esta sección:
- Enfoque: oftalmología veterinaria
- El ojo opaco: no sólo cataratas...
- Ojo opaco: podría ser ¿Glaucoma?
- Glaucoma: cuando la terapia médica no funciona...