Ojo opaco: lo que hay que saber y lo que se recomienda.
Nuestros animales viven ahora en estrecho contacto con nosotros y, afortunadamente, envejecen con nosotros. Por ello, cada vez es más frecuente que los propietarios de perros y gatos se enfrenten a las enfermedades clásicas de la senectud, de las que la opacificación del cristalino es quizá la más conocida.
De hecho, todo el mundo está familiarizado con el término "catarata", una enfermedad que también es extremadamente frecuente en los seres humanos y que suele afectar (aunque no sólo) a las personas mayores. La palabra "catarata" deriva de una palabra griega que significa cascada u obturador/cierre y hace referencia a la idea de algo parecido a un velo o agua que cae más o menos repentinamente desde arriba, creando como un velo ante los ojos. Un concepto evocador de la visión borrosa que experimenta el enfermo de cataratas cuando el cristalino pasa de transparente a opaco.
El dueño de toda "mascota" vigila precisamente este signo: el ojo de su compañero de cuatro patas pasa de transparente y claro a opaco. Aquí, sin embargo, se esconde la primera trampa, esa opacidad que identifica a las cataratas concierne al cristalino (la lente) y no a la córnea, esa membrana transparente que constituye la capa más externa del ojo, a través de la cual vemos el color de los ojos de nuestros seres queridos, humanos y animales.
¿Tecnicismos? No, una diferencia importante que todo el mundo puede aprender a reconocer con relativa facilidad. Si la córnea se vuelve opaca, al mirar el ojo de nuestro amigo de cuatro patas nos costará ver con claridad el iris, el color de sus ojos. Si el cristalino se vuelve opaco, probablemente veremos con claridad el color de los ojos y opaco será el cristalino, es decir, el espacio detrás de la pupila aparecerá opaco.
La diferencia es sustancial porque una opacificación repentina de la córnea no indica una catarata, sino una patología que en muchos casos requiere una intervención inmediata.
Le ocurrió no hace mucho a un amigo, compartimos una tertulia que reúne a amantes de los perros de una determinada raza terrier. "Desde ayer Teddy tiene los ojos borrosos, le están saliendo cataratas, tendré que llevarle a una revisión". Estoy un poco alarmada, Teddy ya no es joven, es cierto, pero una catarata que aparece tan de repente, en los dos ojos, es extraño, quizás ella se acaba de dar cuenta, pero ¿y si no es el cristalino lo que ve borroso, sino la córnea? No quiero asustarla (¡en el chat!), pero tampoco arriesgar la vista del perro, le insinúo suavemente la duda, la animo a que vaya a que examinen al perro: si es el cristalino y es un proceso senil hay más tiempo, pero si es la córnea ¡mejor pronto que tarde! Usted es una persona muy atenta, proceda inmediatamente a un examen por un especialista. Teddy no tiene cataratas, sino una patología de la córnea, una forma de degeneración del endotelio, el tratamiento se instaura inmediatamente, los ojos ya están mejor al cabo de unos días. Esperar habría comprometido el pronóstico.
La degeneración endotelial es sólo una de las muchas enfermedades que pueden inducir opacidades corneales, mientras que existen muchos tipos diferentes de cataratas. Pero ¿cuáles son las opciones de tratamiento que unOftalmología veterinaria cada vez más avanzada nos ofrece? Hablaremos de ello en detalle en los próximos "episodios".
Prof. Chiara Giudice
Departamento de Medicina Veterinaria y Ciencias Animales (DIVAS) - Lodi
Presidente de SOVI (Sociedad Italiana de Oftalmología Veterinaria - SCIVAC)
En línea en la sección Oftalmología Veterinaria
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