Fuocoammare y el Museo Atlántico cuentan el drama de Lampedusa
Es un médico, el doctor Pietro Bartolo, el héroe del documental "Fuocoammare", de Gianfranco Rosi, ganador del Oso de Oro en el Festival de Berlín de 2016. En el conmovedor documental, la cámara se convierte en testigo de una realidad incómoda: una isla, Lampedusa, que acoge y gestiona un enjambre interminable de refugiados camino de la esperanza, y un médico que, sin aspavientos, lleva años rescatando, topografiando, dividiendo, clasificando y... acumulando recuerdos dolorosos.
"Llevo 25 años ocupándome de inmigración, en Lampedusa". El Dr. Bartolo dijo a Ansa "Lo hago como voluntario. Hago un poco de todo: desde rescates hasta inspecciones de cadáveres. También soy suplente del Usmaf, el servicio sanitario fronterizo".
Las cifras de este drama son de por sí elocuentes: más de 300.000 inmigrantes han llegado a Lampedusa desde 1991, y los centros sanitarios están obligados a recibir refugiados en cualquier caso, aunque estén llenos.
Por ello, el director Gianfranco Rosi se sintió obligado a declarar: "Dedico el premio a todas las personas que no consiguieron llegar a esta isla en su viaje de esperanza, y a los lampedanos que, desde los primeros desembarcos en 1991, han acogido a quienes huían del hambre y la guerra. Es un lugar de pescadores que aceptan todo lo que viene del mar. Una lección que todos deberían aprender. No es aceptable que la gente muera huyendo de la tragedia".
Las conmovedoras imágenes de este dramático éxodo también proceden de las instantáneas del fotógrafo submarino Jason deCaires Taylor.
En este caso, sin embargo, los sujetos son estatuas que caminan por el fondo del mar.
De hecho, el pasado 25 de febrero se inauguró en la isla de Lanzarote, en el archipiélago español de las Canarias, una exposición de rara belleza que incluye dos conjuntos escultóricos titulados "La balsa de Lampedusa" y "El Rubicón". ambos reunidos bajo el nombre de Museo Atlántico.
Los dos conjuntos de estatuas se colocaron a una profundidad de unos catorce metros bajo el nivel del mar y pretenden ser un homenaje a la vida de los emigrantes y refugiados.
En este caso, las imágenes son más elocuentes que las palabras.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable