En las próximas décadas podría producirse un crecimiento exponencial de la enfermedad.
Esta es la alarma que se desprende del informe de la doctora Cynthia Mattox en el Congreso Oftalmológico de Hawái, celebrado en Waikoloa (Hawái) del 16 al 22 de enero de 2016.
El previsible "tsunami" de nuevos pacientes será consecuencia del progresivo envejecimiento de la población, combinado con una creciente demanda de asistencia sanitaria para terapias crónicas. El Dr. Mattox observó "En las zonas propensas a los tsunamis puedes refugiarte tierra adentro o en terreno elevado. Sin embargo, si eres listo, quizá quieras coger tu tabla de surf, ir a una playa y convertir el tsunami en una oportunidad.". Esta afirmación se deriva de un examen de los datos que predicen un crecimiento de la población mayor de 65 años en EE.UU. de unos 46% para 2025. Este aumento conduce a una proyección de aproximadamente 4,3 millones de pacientes glaucomatosos sólo en EE.UU. en 2032, con una gran incidencia de hispanos.
Los datos, de por sí dramáticos, derivados de la evolución demográfica, se combinan a continuación con las dinámicas que afectan directamente al personal sanitario y al gasto asistencial. En efecto, paralelamente al envejecimiento de la población, la proporción de oftalmólogos en ejercicio mayores de 55 años aumenta rápidamente (en 2013 ya representaban el 47,5% del total). Se espera que esto reduzca el número total de cirujanos en ejercicio durante la próxima década y, en el ámbito oftalmológico, la cifra prevista en EE. UU. es de 7.000 cirujanos experimentados menos.
La reducción del personal quirúrgico va de la mano de la tendencia, común en todo el mundo, según la cual los ritmos a los que puede crecer el gasto sanitario (por razones tanto políticas como económicas) no son suficientes para cubrir las crecientes necesidades asistenciales de una población cada vez más envejecida y, por tanto, con mayor riesgo de padecer enfermedades que requieren tratamiento crónico, como el glaucoma.
Esta situación debe ser tenida en cuenta por los especialistas, que deben emprender una reorganización fundamental de la forma en que se presta la asistencia sanitaria, teniendo claros ciertos objetivos clave: garantizar el acceso de los pacientes a la asistencia, mantener un nivel adecuado de rendimiento y tratar de mejorar los resultados de los tratamientos dispensados. Para los especialistas en glaucoma, esto puede implicar la redefinición de las funciones del personal actual, la reprogramación de los flujos de trabajo, la previsión de las necesidades asistenciales futuras y la mejora de las actividades de comunicación.
Gran compromiso y gran responsabilidad, por tanto, para todos nuestros médicos de primera línea en la actual "sociedad que envejece".
Dr. Carmelo Chines
Director responsable