Antibióticos y resistencia: el Jano bifronte de la terapia antibiótica
Resumen
Stefania Stefanicatedrático de Microbiología (Departamento de Ciencias Biomédicas y Biotecnológicas, Universidad de Catania), presentó la el tema de la resistencia a los antibióticos con un informe conciso en el que se identifican las causas y los mecanismos de este preocupante fenómeno.
Entre las causas de Resistencia a múltiples fármacos (MDR) se identifican: el uso de terapias empíricas prolongadas, la administración de dosis subóptimas y el uso en primera línea de moléculas con gran capacidad para generar resistencias.
Además, se ha usado y abusado de los antibióticos, no sólo para uso humano, sino también en la cría de animales y ganado, la producción de alimentos y el medio ambiente, hasta el punto de que las cepas microbianas han adquirido resistencias múltiples, es decir, hacia muchas (si no todas) las familias de antibióticos.
Este fenómeno, que a menudo surge en el seno de los hospitales, está aumentando exponencialmente en muchos países del mundo, afectando a nuestra capacidad para tratar infecciones comunes, como la neumonía, la tuberculosis, la bacteriemia o la gonorrea, que se están volviendo casi imposibles de tratar.
El fenómeno de la llamada "superbacterias" luego adquiere algunas especificidades y aspectos problemáticos en el caso de la enfermedades que afectan al ojo y este artículo especial de "l'Oculista italiano" está dedicado a este tema.
Problemas de la terapia antibiótica en oftalmología
Resumen
Giuseppe Grandi, Director de la Estructura Compleja de Patología Clínica de ASL1 en Turín y especialista en Microbiología, Patología Clínica, ofrece un análisis en profundidad de los problemas de la terapia antibiótica en oftalmología.
La superficie ocular, como es bien sabido, no es estéril, sino que se caracteriza por la presencia de un microbiomaque desempeña un papel importante en la defensa contra la colonización por otros agentes patógenos y crea un equilibrio en su interior que impide la aparición de gérmenes oportunistas.
Hoy en día, el preocupante fenómeno de la resistencia a los antibióticos exige un uso selectivo de los antibióticos que se base en una evaluación precisa de las características de la flora bacteriana causante de las distintas enfermedades oculares. En las formas leves (conjuntivitis), las bacterias principalmente responsables suelen ser las pertenecientes al microbioma que, por alguna razón, toman el control y se vuelven patógenas (principalmente estafilococos y estreptococos). En estos casos, que suelen ser autolimitados, también se podría descartar cualquier tipo de tratamiento, pero el uso de antibióticos tópicos de amplio espectro es útil para reducir su duración, permitiendo una recuperación más rápida.
Sin embargo, en el caso de infecciones conjuntivales en pacientes inmunocomprometidos, pacientes con anexos alterados, pacientes con película lagrimal alterada y pacientes con lentes de contacto en los que las lesiones pueden evolucionar, es aconsejable realizar un frotis conjuntival antes de iniciar la terapia, que posteriormente se examinará e interpretará en un centro de referencia. Sólo así se puede evitar el uso indiscriminado de antibióticos de última generación y utilizar los específicos para el germen aislado.
En caso de queratitis, la terapia debe iniciarse inmediatamente, pero al mismo tiempo siempre debe tomarse una muestra de la lesión corneal y analizarse mediante técnicas de biología molecular y/o una técnica clásica. Una vez identificado el germen y/o el antibiograma, la terapia debe llevarse a cabo con el mejor antibiótico posible contra el germen aislado.
En la actualidad, las mayores preocupaciones proceden de la creciente resistencia de los CoNS y de la cada vez menor sensibilidad del Staphylococcus aureus a los antiguos aminoglucósidos, pero sobre todo a las fluoroquinolonas. Esto significa una pérdida progresiva de armas importantes contra los gérmenes más presentes tanto en las conjuntivitis como en las queratitis, y también en la mayoría de las infecciones oculares graves, ya que junto con el problema de la resistencia a la meticilina, el de la multirresistencia es cada vez más evidente. Por el contrario, el excelente rendimiento del netilmicina sobre el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y el CoNS multirresistente (MRSE) y aún más el mantenimiento durante los últimos 20 años de la eficacia del medicamento sobre los estafilococos - Staphylococcus aureus y CoNS.
Netilmicina, una elección actual y responsable
Resumen
Rita MencucciProfesor Adjunto de Oftalmología y Enfermedades del Aparato Visual (A.O.U. de Careggi - Universidad de Florencia) fue invitado a redactar las conclusiones de este trabajo dedicado al uso correcto de la terapia antibiótica en Oftalmología ante la creciente resistencia a los antibióticos.
Las principales indicaciones clínicas para el uso de antibióticos en oftalmología son las infecciones del ojo externo (principalmente conjuntivitis e queratitis) y por otro el profilaxis de las infecciones posquirúrgicas.
En el caso de las infecciones externas, una anamnesis detallada y un minucioso examen especializado permiten en la mayoría de los casos definir con precisión la causa e instaurar la terapia adecuada.
Sin embargo, no existe una regla general para elegir el antibiótico más adecuado, pero es de gran importancia tener en cuenta la flora saprofita y, por tanto, el patrón local de resistencia.
En cuanto a las infecciones posquirúrgicas (endoftalmitis), Aunque hoy en día tienen una incidencia muy baja (0,04%-0,13), siguen siendo las complicaciones más temidas y devastadoras en oftalmología, por lo que es práctica habitual entre los cirujanos utilizar profilaxis antibiótica pre, intra y postoperatoria.
Del examen minucioso de las consideraciones microbiológicas expuestas en el presente documento y de las pruebas científicas más recientes, la Netilmicinatras 20 años de uso en oftalmología, se confirma como un antibiótico óptimo, asociado a una incidencia reducida de casos de resistencia.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable