¿Existe una relación entre los traumatismos oculares y el trastorno por déficit de atención? Los traumatismos oculares son una de las causas más importantes de pérdida permanente de visión y tienen un gran impacto en la calidad de vida. De hecho, incluso los traumatismos menos graves pueden causar dolor y malestar, con consecuencias para el trabajo, la calidad de vida y los costes sanitarios. Por este motivo, puede ser muy importante saber qué poblaciones están en riesgo, con el fin de aplicar medidas preventivas.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico del desarrollo que comienza pronto, durante la infancia, pero cuyos síntomas persisten durante la adolescencia y la edad adulta. Se caracteriza por falta de atención, hiperactividad e impulsividad, que perjudican la vida diaria de los individuos afectados.
Se ha observado que el riesgo de accidentes y traumatismos es mayor en las personas con TDAH que en la población sin este trastorno. Por ejemplo, los estudios han demostrado que existe una mayor incidencia de traumatismos musculoesqueléticos asociados a accidentes de tráfico en personas que padecen trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Esto se debe probablemente a las características conductuales típicas del TDAH, que, como se ha mencionado, incluyen problemas de coordinación motora, comportamiento agresivo, hiperactividad, impulsividad y problemas de atención. Debido a estas características, las personas con TDAH son más propensas a ser hospitalizadas por accidentes y lesiones de diversa índole.
Traumatismos oculares y TDAH en adultos: el estudio
Aunque se han publicado varios estudios que han explorado la correlación entre trauma ocular y la presencia del TDAH en niños, poco se sabe de la población adulta.
A estudio reciente investigó si las lesiones oculares, al igual que otros tipos de lesiones, eran más frecuentes en personas con TDAH e identificó los tipos más comunes de lesiones oculares entre los individuos adultos con este trastorno.
En concreto, se tuvo en cuenta a pacientes de entre 18 y 65 años, con una edad media de 36. Se dividieron en dos grupos, uno con enfermos de TDAH y otro formado por individuos sanos, todos ellos con traumatismos oculares debidos a accidentes.
Todos los pacientes fueron sometidos a un examen oftalmológico completo, que incluyó la evaluación de la agudeza visual, la presión intraocular, el examen con lámpara de hendidura y la ecografía ocular. También se realizaron las mismas evaluaciones en el grupo de control.
Conclusiones de la investigación
Los resultados del estudio mostraron que los pacientes con TDAH más afectados por traumatismos oculares son principalmente varones jóvenes.
Las causas de los traumatismos oculares se clasificaron en tres subgrupos principales: actividades al aire libre, accidentes domésticos y actividades relacionadas con el trabajo. Del mismo modo, se crearon tres subgrupos de pacientes en función de las condiciones clínicas: pacientes con problemas de superficie ocular (por ejemplo, abrasión corneal o lesiones químicas), con traumatismos contusos (por ejemplo, hifema, cataratas o edema de retina) y con lesiones de bulbo abierto (por ejemplo, penetración, perforación o presencia de cuerpos extraños intraoculares).
Según este estudio, las lesiones oculares relacionadas con determinadas actividades al aire libre, como los deportes, las acampadas y la conducción de vehículos de motor, están más asociadas a la presencia de TDAH que las lesiones oculares debidas a accidentes domésticos. En concreto, los traumatismos estarían correlacionados con ciertos rasgos de comportamiento típicos relacionados con la impulsividad. Por este motivo, sería necesaria una prevención más cuidadosa en el caso de actividades al aire libre más arriesgadas.
Además, se ha observado que los síntomas del TDAH (falta de atención, hiperactividad, trastorno negativista desafiante y trastorno de la conducta) están significativamente más presentes en los pacientes con traumatismo abierto de globo ocular.
En conclusión, el estudio observó que ciertos patrones de comportamiento típicos de las personas con TDAH, incluida la impulsividad, podrían estar efectivamente correlacionados con un mayor riesgo de sufrir traumatismos oculares. Además, los accidentes parecen ser más frecuentes durante las actividades al aire libre que durante los accidentes en el hogar.
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