Queratitis por Acanthamoeba es una infección ocular poco frecuente, pero con consecuencias potencialmente muy graves, que se da principalmente en usuarios de lentes de contacto. Otros factores de riesgo son la presencia de lesiones en la superficie de la córnea y la exposición a agua contaminada.1
Acanthamoeba es un protozoo ubicuo de vida libre que puede estar presente en el aire, el suelo, el polvo, el agua potable e incluso el agua de mar. Se presenta en dos formas: un quiste quiescente, es decir, silencioso, y una forma infecciosa, denominada trofozoito.1
Cuando infecta la córnea, Acanthamoeba se une, en primer lugar, a las células epiteliales de la córnea a través de una proteína, denominada proteína de unión, la manosa. Esta unión hace que los protozoos segreguen moléculas específicas (metaloproteasas, proteinasas de serina y cisteína,) que tienen efectos tóxicos sobre las células epiteliales de la córnea y sui queratocitos. La secreción de estas moléculas permite la penetración del trofozoito en la córnea. Acanthamoeba. Si la infección no se diagnostica y trata adecuadamente, también puede migrar a lo largo de los nervios corneales y dañarlos.1
Desgraciadamente, el queratitis por Acanthamoeba es difícil de diagnosticar y puede tratarse incorrectamente, ya que los síntomas que induce son muy similares a los de la queratitis herpética, bacteriana o fúngica.1
Tratamiento de la queratitis por Acanthamoeba
En la actualidad, no existe ningún medicamento autorizado en ningún país para el tratamiento de la queratitis por Acanthamoeba. Un tratamiento eficaz debe permitir erradicar del organismo tanto la forma enquistada, resistente a los biocidas, como los trofozoitos, mucho más sensibles al tratamiento.2
La terapia más utilizada hasta la fecha se basa en la diamidina y la biguanida, a menudo utilizadas en combinación.
También se utilizan otros fármacos inespecíficos, como antibióticos (para reducir la presencia de trofozoítos y evitar la sobreinfección bacteriana), esteroides (que, sin embargo, favorecen la enquistamiento y pueden provocar un aumento del número de trofozoítos) y antifúngicos.1
Sin embargo, las recomendaciones actuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. y del Real Colegio de Oftalmólogos del Reino Unido recomiendan el tratamiento con colirios de polihexanida (0,02%) o clorhexidina 0,02%, como monoterapia o añadiendo una diamidina.2
La aprobación del tratamiento con polihexanida permitiría por fin disponer de un tratamiento específico para la queratitis por Acanthamoeba.2
De hecho, el tratamiento con polihexanida se encuentra en fase de estudio: por el momento, se ha evaluado su perfil de eficacia y seguridad en concentraciones de 0,04%, 0,06% y 0,08%.2
En particular, se ha demostrado la eficacia de la polihexanida tanto en monoterapia como en las combinaciones polihexanida + diamidina, polihexanida + clorhexidina + diamidina.2
Un estudio reciente ha demostrado que la monoterapia con polihexanida, incluida la concentración de 0,08% (la más alta de las probadas) no sólo es eficaz sino que, al ser más fácil de usar y menos costosa que la terapia combinada con diamidina, podría utilizarse como tratamiento de primera línea para la Acanthamoeba.3
Estos resultados están respaldados por pruebas de que la monoterapia con polihexanida, administrada como terapia inicial tras el diagnóstico, se asoció tanto a mejores tasas de curación a lo largo de 12 meses como a mejores resultados visuales en comparación con los pacientes tratados con otros fármacos.2
Tratamiento quirúrgico
La abrasión epitelial quirúrgica de la córnea tiene una función tanto diagnóstica como terapéutica, ya que permite eliminar los microorganismos y una mejor penetración de los fármacos tópicos. Si el tratamiento tópico no mejora los síntomas, puede realizarse crioterapia corneal, trasplante de membrana amniótica o queratoplastia penetrante.1
La crioterapia corneal es un tratamiento coadyuvante de la terapia tópica. En cambio, el trasplante de membrana amniótica se practica en caso de defectos epiteliales.1
Por último, la terapia fotodinámica puede ser una opción de tratamiento alternativa en las queratitis infecciosas resistentes a la terapia.1
En caso de expansión de la queratitis por Acanthamoeba en dirección a la unión esclero-corneal, es necesario intervenir con una queratoplastia. En las úlceras corneales perforadas, se realiza una queratoplastia con láser excimer para eliminar la zona corneal infectada.1
Bibliografía
Dr. Carmelo Chines
Director responsable