Sífilis ocular y diagnóstico precoz

La sífilis ocular es bastante rara, pero puede tener graves repercusiones en el aparato visual y, sobre todo, es extremadamente difícil de diagnosticar correctamente.

Introducción

La sífilis ocular es una complicación poco frecuente pero grave de la sífilis no tratada, una infección bacteriana de transmisión sexual.

La sífilis ocular puede afectar a cualquier parte del ojo y repercutir gravemente en el aparato visual.

Se trata de una afección extremadamente difícil de diagnosticar correctamente, que puede poner en peligro la visión si no se diagnostica y trata a tiempo.

Prevalencia

A nivel mundial, se producen unos 12 millones de nuevos casos de sífilis al año, de los cuales unos 55.400 ocurren en Estados Unidos. Se estima que entre 1% y 5% de los casos de neurosífilis en Estados Unidos son por sífilis ocular.

Causa y características de la infección

La sífilis es una infección causada por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum y puede tener manifestaciones oculares graves, que probablemente afecten a todas las estructuras del ojo, provocando queratitis intersticial, coriorretinitis, retinitis, vasculitis retiniana y neuropatía de los nervios craneales y del nervio óptico.

Los pacientes con sífilis ocular también corren el riesgo de padecer neurosífilis.

La sífilis es una infección que se transmite principalmente por vía sexual, pero también por contacto con la piel y las mucosas, o transplacentaria de la madre al feto.

La espiroqueta Treponema pallidum, Identificado por primera vez en 1905 por Schaudinn y Hoffman, penetra a través de la piel y las membranas mucosas, alcanza los ganglios linfáticos y luego se propaga sistémicamente.

Clasificación

Es posible distinguir una forma congénita (o transplacentaria) y una forma adquirida de esta enfermedad.

La sífilis adquirida se caracteriza por tres fases clínicas -primaria, secundaria y terciaria- y afecta a numerosos órganos y sistemas.

Signos y síntomas

Los signos y síntomas generales de la sífilis pueden incluir:

  • Ojos rojos.
  • Miodesopsias.
  • Dolor en los ojos.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Movimientos oculares anormales.
  • Pupila de Argyll-Robertson, término que hace referencia a las pupilas pequeñas que se hacen más pequeñas (se encogen) cuando se enfoca un objeto cercano, pero no cuando se expone a una luz brillante.
  • Visión borrosa o pérdida de visión.
  • Lesiones (bultos o manchas) en o sobre los ojos.
  • Úlcera (llaga indolora) en el párpado (poco frecuente).

Terapia y difusión

Antes de la llegada de la penicilina, la sífilis se asociaba a una elevada tasa de mortalidad y morbilidad, pero con la introducción de la terapia antibiótica, unida al cambio de las condiciones socioeconómicas y a la reducción de los comportamientos de riesgo, la incidencia de la sífilis disminuyó rápidamente.

En los últimos años, sin embargo, la enfermedad parece haber recobrado fuerza, incluso en los estratos sociales de mayores ingresos. En Italia, por lo que respecta a la tendencia temporal, los casos de sífilis I-II se mantuvieron estables hasta el año 2000, mientras que a partir de entonces aumentaron significativamente. En 2005, en particular, se quintuplicaron los diagnósticos con respecto a 2000 y se alcanzó un nuevo máximo en 2016.

Afectación ocular

La afectación ocular en la sífilis es poco frecuente y suele producirse en la sífilis secundaria o terciaria.

Signos y síntomas

Los signos y síntomas generales de la sífilis pueden incluir:

  • Ojos rojos.
  • Miodesopsias.
  • Dolor en los ojos.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Movimientos oculares anormales.
  • Pupila de Argyll-Robertson, término que hace referencia a las pupilas pequeñas que se hacen más pequeñas (se encogen) cuando se enfoca un objeto cercano, pero no cuando se expone a una luz brillante.
  • Visión borrosa o pérdida de visión.
  • Lesiones (bultos o manchas) en o sobre los ojos.
  • Úlcera (llaga indolora) en el párpado (poco frecuente).

La manifestación clínica ocular más frecuente es lauveítisque se encuentra en el 2,5-5% de los pacientes con la forma terciaria de la enfermedad.

Los principales signos incluyen precipitados queráticos, iritis e iridociclitis, y la inflamación puede presentarse tanto en forma granulomatosa como no granulomatosa.

Menos frecuentes son las manifestaciones en el segmento posterior, como vitritis, vasculitis, papilitis, desprendimiento de retina exudativo, derrame uveal, oclusión de la vena central de la retina, neurorretinitis y necrosis retiniana.

Una patología solapada

Los profesionales sanitarios describen la sífilis como "el gran imitador" porque puede parecerse a muchas otras enfermedades.

La sífilis es, de hecho, una enfermedad sigilosa, ya que no se manifiesta con signos patognomónicos, sino con una variedad de signos y síntomas, lo que hace que el curso clínico sea complejo, lo que puede conducir a un diagnóstico erróneo o a un retraso en el tratamiento.

Diagnóstico diferencial

En la sífilis, la afectación ocular, y en particular a nivel del segmento posterior, entra en el diagnóstico diferencial con otras enfermedades infecciosas como la tuberculosis, o no infecciosas como la sarcoidosis, u otras enfermedades hereditarias de la retina.

Vía de diagnóstico recomendada

Lo anterior pone de relieve la extrema importancia de realizar investigaciones sistémicas, serológicas y radiológicas en todos los casos de edema de papila o cambios retinianos sin causa aparente, incluso en pacientes con antecedentes silentes de enfermedades infecciosas conocidas.

Colaboración en equipos interdisciplinarios

También es crucial la colaboración interdisciplinar entre el oftalmólogo, el infectólogo, el internista y el neurólogo para el tratamiento de las presuntas "afecciones enmascaradas", como la sífilis, a la que siempre se ha denominado "la gran enmascaradora", ya que se presenta con una variedad de manifestaciones sistémicas que pueden dar lugar a un diagnóstico erróneo.

Véase también:

Bibliografía
  • Singh AE. Ocular and neurosyphilis: epidemiology and approach to management. Curr Opin Infect Dis. 2020 Feb;33(1):6672. doi: 10.1097/QCO.0000000000000617. PMID: 31789673.
  • Trevelyan G, Kumar K, Russell GK, Wickremasinghe M. Sífilis secundaria que se presenta con pérdida aguda de la visión unilateral y una erupción maculopapular generalizada. BMJ Case Rep. 2019 Sep 18;12(9):e230341. doi: 10.1136/bcr-2019-230341. PMID: 31537590; PMCID: PMC6754640.
  • Browning DJ. Posterior segment manifestations of active ocular syphilis, their response to a neurosyphilis regimen of penicillin therapy, and the influence of human immunodeficiency virus status on response. Ophthalmology. 2000 Nov;107(11):2015-23. doi: 10.1016/s0161-6420(00)00457-7. PMID: 11054325.

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