La sífilis ocular es bastante rara, pero puede tener graves repercusiones en el aparato visual y, sobre todo, es extremadamente difícil de diagnosticar correctamente.
La sífilis es una infección causada por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum y puede tener manifestaciones oculares graves, con probabilidad de afectar a todas las estructuras del ojo, provocando queratitis intersticial, coriorretinitis, retinitis, vasculitis retiniana y neuropatía de los nervios craneales y del nervio óptico. Los pacientes con sífilis ocular también corren el riesgo de padecer neurosífilis.
La sífilis es una infección que se transmite principalmente por vía sexual, pero también por contacto con la piel y las mucosas, o transplacentaria de la madre al feto.
La espiroqueta Treponema pallidum, Identificado por primera vez en 1905 por Schaudinn y Hoffman, penetra a través de la piel y las membranas mucosas, alcanza los ganglios linfáticos y luego se propaga sistémicamente.
Es posible distinguir una forma congénita (o transplacentaria) y una forma adquirida de esta enfermedad. La sífilis adquirida se caracteriza por tres fases clínicas -primaria, secundaria y terciaria- y afecta a numerosos órganos y aparatos.
Antes de la llegada de la penicilina, la sífilis se asociaba a una elevada tasa de mortalidad y morbilidad, pero con la introducción de la terapia antibiótica, unida al cambio de las condiciones socioeconómicas y a la reducción de los comportamientos de riesgo, la incidencia de la sífilis disminuyó rápidamente. En los últimos años, sin embargo, la enfermedad parece haber recobrado fuerza, incluso en los estratos sociales de mayores ingresos. En Italia, con respecto a la tendencia temporal, los casos de sífilis I-II se mantuvieron estables hasta el año 2000, mientras que a partir de entonces aumentaron significativamente. En 2005, en particular, se quintuplicaron los diagnósticos con respecto a 2000 y se alcanzó un nuevo máximo en 2016.
La afectación ocular en la sífilis es poco frecuente y suele producirse en la sífilis secundaria o terciaria. La manifestación clínica ocular más frecuente es la uveítis, que ocurre en el 2,5-5% de los pacientes con la forma terciaria de la enfermedad. Los principales signos incluyen precipitados queráticos, iritis e iridociclitis, y la inflamación puede ocurrir tanto en formas granulomatosas como no granulomatosas. Menos frecuentes son las manifestaciones en el segmento posterior, como vitritis, vasculitis, papilitis, desprendimiento de retina exudativo, derrame uveal, oclusión de la vena central de la retina, neurorretinitis y necrosis retiniana.
Además, la sífilis es una enfermedad sutil, ya que no se manifiesta con signos patognomónicos, sino con una multiplicidad de signos y síntomas, lo que hace que el curso clínico sea complejo, pudiendo llevar a un diagnóstico erróneo o a un retraso en el tratamiento. En la sífilis, la afectación ocular, y en particular a nivel del segmento posterior, entra en el diagnóstico diferencial con otras enfermedades infecciosas como la tuberculosis, o no infecciosas como la sarcoidosis, u otras enfermedades hereditarias de la retina.
Lo anterior pone de relieve la extrema importancia de realizar investigaciones sistémicas, serológicas y radiológicas en todos los casos de edema de papila o cambios retinianos sin causa aparente, incluso en pacientes con antecedentes silentes de enfermedades infecciosas conocidas. La colaboración interdisciplinaria entre el oftalmólogo, el infectólogo, el internista y el neurólogo también es crucial para el tratamiento de las presuntas "afecciones enmascaradas", como la sífilis, a la que siempre se ha denominado "la gran enmascaradora", ya que se presenta con una variedad de manifestaciones sistémicas que pueden dar lugar a un diagnóstico erróneo.
Véase también:
- Sífilis ocular: aumento de la incidencia en todo el mundo - Oculista Italiano
- Manifestaciones oculares de las enfermedades dermatológicas: trastornos infecciosos e inflamatorios - Oculista Italiano
- Actualización sobre la uveítis (oculistaitaliano.it)
- Singh AE. Ocular and neurosyphilis: epidemiology and approach to management. Curr Opin Infect Dis. 2020 Feb;33(1):6672. doi: 10.1097/QCO.0000000000000617. PMID: 31789673.
- Trevelyan G, Kumar K, Russell GK, Wickremasinghe M. Sífilis secundaria que se presenta con pérdida aguda de la visión unilateral y una erupción maculopapular generalizada. BMJ Case Rep. 2019 Sep 18;12(9):e230341. doi: 10.1136/bcr-2019-230341. PMID: 31537590; PMCID: PMC6754640.
- Browning DJ. Posterior segment manifestations of active ocular syphilis, their response to a neurosyphilis regimen of penicillin therapy, and the influence of human immunodeficiency virus status on response. Ophthalmology. 2000 Nov;107(11):2015-23. doi: 10.1016/s0161-6420(00)00457-7. PMID: 11054325.