Las complicaciones oculares de la diabetes comprenden un grupo de condiciones patológicas que pueden ocurrir en personas con diabetes por esta grave patología. En particular, es el retinopatía diabética y edema macular diabéticopero también pueden incluirse las cataratas y el glaucoma.
Para informar mejor a los pacientes sobre estas enfermedades, la importancia del diagnóstico y los regímenes de tratamiento, los farmacéuticos familiarizados con los avances en el cribado diabético pueden desempeñar un papel importante y colaborar estrechamente con los médicos generalistas y los oftalmólogos. De las complicaciones oculares relacionadas con la diabetes, la retinopatía diabética es la más importante y frecuente. Es una enfermedad multifactorial que tiene entre sus causas alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina, resultado del mal control del metabolismo de la glucosa típico de la enfermedad diabética. Existen básicamente dos formas de retinopatía diabética: la forma no proliferativa y la forma proliferativa, que es la más grave.
Si no se diagnostica y trata a tiempo, la retinopatía diabética avanzada puede provocar una pérdida grave de visión o incluso la ceguera. De hecho, es la causa más frecuente de ceguera en adultos y tiene un impacto muy grave en la calidad de vida de los pacientes.
Las previsiones futuras indican que la incidencia de esta enfermedad aumentará y se convertirá en un problema de salud pública cada vez más importante, también en relación con el envejecimiento de la población y el aumento de las tasas de prevalencia de la diabetes a escala mundial.
Pérdida de visión causadas por la retinopatía diabética pueden prevenirse si la enfermedad se diagnostica y se trata precozmente. Diversos estudios han demostrado que el diagnóstico precoz se traduce, entre otras cosas, en una reducción significativa de los costes sanitarios, en primer lugar porque el diagnóstico precoz permite adoptar inmediatamente el tratamiento adecuado, pero también porque evita que la enfermedad evolucione hacia complicaciones aún más graves, como el edema macular diabético.
Sin embargo, la falta de concienciación entre los pacientes diabéticos sobre los factores de riesgo que favorecen la aparición de la retinopatía diabética es motivo de preocupación: de hecho, existe una gran necesidad de mejorar los niveles de educación y aumentar la concienciación entre los pacientes diabéticos sobre las complicaciones microvasculares asociadas a un mal control de la glucemia.
La participación de los farmacéuticos, en este sentido, puede ser crucial para mejorar los niveles de educación sanitaria de la población, para poner en marcha programas de prevención, cribado y diagnóstico precoz de enfermedades o afecciones crónicas y para desarrollar nuevos enfoques que mejoren el acceso a una asistencia sanitaria de calidad.
El papel del farmacéutico puede ser fundamental a la hora de desarrollar y coordinar programas de educación sobre los beneficios de la prevención y el diagnóstico precoz, pero también para facilitar el acceso de los pacientes diabéticos a exámenes específicos y, en general, para ayudar a mejorar su salud y a calidad de vida.
Por último, los farmacéuticos pueden contribuir significativamente a prevenir la pérdida de visión facilitando las revisiones oftalmológicas a los pacientes con riesgo de desarrollar retinopatía diabética. La colaboración entre farmacéuticos y oftalmólogos es, por tanto, una posibilidad importante para reducir la incidencia de la pérdida de visión relacionada con la diabetes y los problemas visuales potencialmente graves asociados a un mal control glucémico.
En conclusión, la farmacia comunitaria y los farmacéuticos son un recurso excelente para educar a los ciudadanos sobre la diabetes, la retinopatía diabética y otras comorbilidades y enfermedades oculares relacionadas con la diabetes. La colaboración con los farmacéuticos también puede ayudar a identificar a los pacientes con mayor riesgo de desarrollar retinopatía diabética o a los que tienen la enfermedad sin diagnosticar y remitirlos a sus oftalmólogos para que les administren el tratamiento más eficaz.
Bibliografía:
Dr. Carmelo Chines
Director responsable