Pruebas de aptitud visual para la conducción de vehículos de motor

Dónde, cómo y por qué.

Esta revisión, tras un rápido repaso de la evolución de la legislación italiana sobre los exámenes de conducir, propone un examen en profundidad de los parámetros visuales que la legislación más reciente ha identificado como requisitos necesarios para la expedición y renovación de los permisos de conducir.

En normas de circulación del primer automóvil en las carreteras ordinarias se remonta a 1901 (Real Decreto nº 416 de 28 de julio de 1901) y preveía una licencia en forma de cuadernillo en el que debían anotarse las posibles contravenciones.
L'obligación de obtener un documento determinado para conducir se reiteró en textos legislativos posteriores:

  • Real Decreto nº 24 de 8 de enero de 1905;
  • Ley nº 739 de 30 de junio de 1912;
  • Real Decreto nº 3043, de 21 de diciembre de 1923, que puede considerarse el primer texto orgánico sobre la circulación vial;
  • Real Decreto nº 3179 de 2 de diciembre de 1928;
  • Real Decreto nº 1740 de 8 de diciembre de 1933.

Durante estos años, las características, el potencial y la peligrosidad de los vehículos de motor han cambiado considerablemente. Asimismo, se ha producido una evolución de los requisitos básicos para obtener y renovar el permiso de conducir.
I requisitos visuales son cada vez más predominantes, de hecho, según Hills1 el 90% de la información necesaria para conducir un vehículo de motor es visual.
Por tanto, la seguridad en carretera no sólo depende de la aptitud psicológica, los hábitos de comportamiento y el tiempo de reacción del conductor, sino que también está estrechamente vinculada a la función visual2-5. La importancia del aparato visual también queda subrayada por el análisis de los datos del Istat sobre la distribución de los accidentes a lo largo del día6.

Gráfico visual de la prueba de conducción

En gráfico 1 se pueden identificar tres picos:

  • se observa un primer pico entre las 8.00 y las 9.00 horas, probablemente relacionado con el elevado tráfico debido a los desplazamientos desde el hogar a la oficina y al colegio;
  • un segundo pico se observa entre las 12.00 y las 13.00 horas, a la salida de los colegios y en relación con la movilidad de determinadas categorías de trabajadores (profesionales, comerciantes, etc.) que aprovechan el horario partido;
  • el pico más alto de accidentes se registra hacia las 18.00 horas, cuando se acumulan los efectos del aumento del tráfico debido a los desplazamientos del trabajo a casa, a los que se añaden factores psicosociales como el estrés laboral y la dificultad de percepción visual debida a la reducción de la luz natural aún no sustituida por la artificial.

Este último hecho explica la importancia de la nuevos requisitos requisitos visuales para la expedición del permiso de conducción para poder percibir y evitar el peligro a tiempo de impedir que se produzca el accidente.
Confirmando esto, si examinamos las causas de los accidentes de tráfico según el informe Istat/ACI 2008, 59.13% de los accidentes son atribuibles más o menos directamente a causas relacionadas con una visión inadecuada6. Datos aún más desalentadores se desprenden de un estudio realizado por la Universidad de Milán "Bicocca" sobre 960 autoconductores7. Los autores informan de que:

  • 25% de los italianos tienen una visión nocturna inadecuada;
  • 20% de los italianos no tienen una agudeza visual adecuada aunque lleven gafas;
  • 33% de los italianos tienen defectos visuales superiores al mínimo permitido por la ley.

Bajo las leyes anteriores, en nuestro país, bastaba con probar una buena agudeza de resolución para obtener la expedición o renovación de un permiso de conducción. Posteriormente, se hizo necesario evaluar laintegridad del campo visualespecialmente en su extensión horizontal, con el fin de poner a prueba la capacidad del conductor para percibir un obstáculo que aparece repentinamente al lado del ojo.
Aunque la agudeza visual y el campo de visión son prerrogativas necesarias para una conducción segura, no son, sin embargo, suficientes por sí solas para garantizar una conducción correcta y tratar de salvaguardar la vida de los conductores, pasajeros y demás usuarios de la vía pública. De hecho, se ha comprobado que es de fundamental importancia poseer la integridad de todo el sistema visual, y por este motivo, además de los requisitos visuales antes mencionados, los solicitantes de un permiso de conducción/renovación están siendo sometidos ahora a la evaluación de otras funciones psicofísicas que tradicionalmente han quedado relegadas a un segundo plano:

  • Sensibilidad al contraste;
  • Susceptibilidad al deslumbramiento;
  • Tiempo de recuperación tras el deslumbramiento;
  • Visión crepuscular.

 

Más información

 

Dr. Carmelo Chines
Director responsable

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