Café y ojos

¡Quién nos iba a decir que tomar un café al día puede ser bueno tanto para nuestros ojos como para nuestro estado de ánimo!

La cafeína, sustancia perteneciente a la clase de las metilxantinas, es el neuroestimulante central más consumido, con una dosis media diaria de entre 100-400 mg, que ingerimos a través del consumo de café, té y bebidas enriquecidas con cafeína, a lo que hay que añadir la cafeína contenida en muchos energizantes metabólicos utilizados por deportistas o personas con carencias nutricionales.

La cafeína tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, según se desprende de numerosos estudios sobre enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer.

También se ha demostrado que la cafeína tiene efectos beneficiosos en varias afecciones sistémicas, como el estrés crónico, la diabetes, los déficits de atención y los trastornos de hiperactividad. Su uso está formalmente autorizado para el tratamiento de la apnea del prematuro.

En el ámbito ocular, la cafeína puede contrarrestar los procesos inflamatorios que se desencadenan en la retina en enfermedades oftálmicas progresivas como la degeneración macular. Las degeneraciones de la retina pueden llegar a ser discapacitantes y provocar baja visión o ceguera, ya que a menudo se caracterizan por eventos isquémicos y la activación de vías inflamatorias en los tejidos celulares implicados en el procesamiento de imágenes y la transmisión de señales eléctricas al cerebro.

La cafeína, al actuar sobre unos receptores específicos llamados adenosinaha demostrado contrarrestar los daños y preservar las células de la retina.

Esta capacidad de proteger la retina fue objeto de un estudio preclínico realizado por el equipo de investigación de la sección de farmacología ocular de la Universidad de Catania, dirigido por el Prof. Claudio Bucolo, "La cafeína protege contra la inflamación de la retina"

Este estudio se encuentra entre las publicaciones que apoyan el consumo de alimentos y bebidas "funcionales", es decir, que contienen sustancias con propiedades terapéuticas, que pueden actuar de forma más o menos positiva, dependiendo del estilo de vida de cada uno y del impacto que los alimentos o bebidas tengan en cada organismo concreto.

En general, no hay muchos estudios que hayan investigado específicamente los efectos de la cafeína en las enfermedades de la retina. A este respecto, cabe destacar el Coimbra Eye Study, un estudio epidemiológico transversal de 2018, que reveló una correlación inversa entre el consumo de cafeína y la progresión de la DMAE. Los autores han concluido, por tanto, que la cafeína puede utilizarse como suplemento nutricional para ralentizar la progresión de la degeneración macular asociada a la edad, haciendo hincapié, no obstante, en la necesidad de seguir investigando mediante estudios farmacológicos preclínicos adicionales, como el que acabamos de mencionar.

Buenas noticias, pues, para todos los amantes del café, que lo consideran un placer al que sería muy difícil renunciar.

Bibliografía
  • Conti F, Lazzara F, Romano GL, et al. Caffeine Protects Against Retinal Inflammation. Front Pharmacol. 2022 Jan 6;12:824885. doi: 10.3389/fphar.2021.824885. PMID: 35069225; PMCID: PMC8773454.
  • Yoon JJ, Danesh-Meyer HV. Caffeine and the eye. Surv Ophthalmol. 2019 mayo-jun;64(3):334-344. doi: 10.1016/j.survophthal.2018.10.005. Epub 2018 oct 24. PMID: 30365973.
  • Raimundo M., Mira F., Cachulo M. d. L., Barreto P., Ribeiro L., Farinha C., et al. (2018). Adherencia a una dieta mediterránea, estilo de vida y degeneración macular relacionada con la edad: el Estudio Ocular de Coimbra - Informe 3. Acta Ophthalmol. 96, e926-e932. 10.1111/aos.

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