La síndrome del ojo seco (DED) es una condición patológica de naturaleza multifactorial, por lo que está relacionada con varios factores causales, entre los que se incluyen condiciones tanto fisiológicas como ambientales. De los muchos factores que pueden contribuir a la DED, el aumento de la osmolaridad de la lágrima y la inflamación de la superficie ocular, así como las anomalías endocrinas, son sin duda contribuyentes importantes. De hecho, como cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, la superficie ocular se ve afectada por muchas hormonas circulante y está bajo el control constante de estos mediadores. En particular, varias hormonas, incluidos los esteroides sexuales, las hormonas tiroideas, la vitamina D, la prolactina y la hormona del crecimiento, desempeñan un papel clave en el mantenimiento de la morfología y la función de la superficie ocular.
Con motivo de la Campaña Nacional de Prevención y Diagnóstico del Ojo Seco en mayo, descubrimos más sobre el papel de las hormonas en la aparición y progresión del síndrome del ojo seco.
El sexo biológico como variable en la fisiología ocular y la DED
La diversidad de sexos es una variable crítica que influye en todas y cada una de las funciones biológicas del mundo vivo, y la superficie ocular no es una excepción. En el caso del síndrome del ojo seco, de hecho, muchos estudios han demostrado que la incidencia es mayor en las mujeres que en los hombres. Y no sólo eso, las mujeres suelen manifestar síntomas más prominentes. Además, en Sjögren, una enfermedad autoinmune de la que la DED es uno de los síntomas más destacados, se ha identificado la deficiencia de andrógenos como factor etiológico.
Otras afecciones femeninas asociadas a la DED son el síndrome de ovario poliquístico (SOP), uno de los trastornos endocrinos más frecuentes en mujeres en edad reproductiva. Los estudios han demostrado que las mujeres con SOP presentan síntomas más graves de DED que las mujeres sanas. Se dice que la alteración de los esteroides sexuales y la resistencia a la insulina causan trastornos de la superficie ocular en estas pacientes.
El papel de las hormonas en la DED
- AndrógenosLos andrógenos ejercen un efecto trófico sobre el crecimiento y el funcionamiento de las glándulas de Meibomio, encargadas de secretar la capa lipídica de la película lagrimal. En efecto, los andrógenos estimulan los genes implicados en la producción, el transporte y la secreción de lípidos por estas glándulas. Así pues, la carencia de andrógenos tiene efectos perjudiciales sobre la morfología y la función de la glándula de Meibomio. En particular, la testosterona regula la expresión de varios genes en las glándulas lagrimales, incluidos los que intervienen en el crecimiento y el metabolismo celular, la comunicación y el transporte celular, y la señalización a nivel molecular. Esta importante influencia de las hormonas andrógenas contribuye a muchas de las diferencias sexuales en la función de las glándulas lagrimales.
- Estrógenos y progesteronaLos receptores de estrógenos y progesterona están presentes en diversas estructuras de la superficie ocular, como la córnea, la conjuntiva, las glándulas de Meibomio y las glándulas lagrimales. Sin embargo, la naturaleza de la influencia de los estrógenos sobre estas estructuras es más controvertida que la de los andrógenos. Algunos estudios sugieren que los estrógenos sólo desempeñan un papel mínimo en la anatomía y fisiología de las glándulas lagrimales, mientras que otros estudios han demostrado que los estrógenos ejercen una influencia negativa, por ejemplo induciendo la regresión glandular, la ruptura de las células acinares y la necrosis. Por el contrario, hay estudios que apoyan un efecto beneficioso de los estrógenos sobre las glándulas lagrimales, y la reducción de la función de las glándulas lagrimales en mujeres posmenopáusicas con carencia de estrógenos parece respaldar esta teoría.
- Hormonas tiroideasExisten varias oftalmopatías asociadas al tiroides que tienen un fuerte impacto en la superficie ocular y en la aparición de la DED. Con respecto a las enfermedades tiroideas autoinmunes, uno de los mecanismos por los que estos trastornos contribuyen a la aparición de DED es la reducción de la secreción lagrimal y el aumento de la inflamación debido al daño autoinmune. Sin embargo, se ha demostrado que la disminución de la estimulación de las glándulas lagrimales por la hormona tiroidea también podría ser un posible factor etiopatogénico en estos pacientes.
- Vitamina Dse considera una pro-hormona y varios estudios informan de que los niveles de vitamina D están reducidos en la superficie ocular de pacientes con DED. De hecho, en condiciones fisiológicas, la vitamina D mejora la función de barrera epitelial de la superficie ocular, reduce la inflamación, mejora la osmolaridad lagrimal y alivia el estrés hiperosmótico.
- InsulinaSe sabe que la insulina mejora la secreción y la función de las glándulas lagrimales y tiene una acción sinérgica con los andrógenos. De hecho, los pacientes con diabetes mellitus tienen una mayor prevalencia de DED y se ha demostrado que los niveles séricos de hemoglobina glucosilada (HbA1c) están significativamente asociados con la estabilidad de la película lagrimal y los síntomas de la enfermedad del ojo seco.
- Glucocorticoides, prolactina, hormona del crecimientoLos glucocorticoides son moduladores de la inflamación y, por tanto, pueden estar implicados en la homeostasis de la superficie ocular. La prolactina también tiene efectos proinflamatorios y se ha observado que en pacientes con Sjögren los niveles séricos de prolactina son significativamente más elevados. Por otra parte, la hormona del crecimiento (GH) parece influir positivamente en la fisiología de las estructuras de la superficie ocular, como las glándulas de Meibomio.
En conclusión, todas las condiciones que pueden causar alteraciones hormonales -tanto las fisiológicas, como la menopausia, como las patológicas, como el síndrome de ovario poliquístico o las enfermedades tiroideas- pueden contribuir al desarrollo de DED y, en estos casos, una colaboración entre el oftalmólogo y el endocrinólogo puede ser muy útil para un manejo óptimo de esta condición.