Agudeza visual
La agudeza visual o visus es una de las principales capacidades del sistema visual y se define como la capacidad del ojo para percibir y, por tanto, resolver incluso los detalles más sutiles de los objetos observados.
Generalmente la mide el óptico u oftalmólogo para determinar el grado de normalidad de la visus del individuo (por ejemplo, 10/10 en la tabla de Monoyer, o 20/20 en la de Snellen), en algunos casos evaluando también la nitidez de la imagen proyectada sobre la retina, utilizando diversos instrumentos técnicos.
Durante el examen visual, la aparición de una agudeza inferior a la normal (por ejemplo, 8/10 u ocho décimas) puede ser un síntoma que requiera una investigación más profunda.
La típica prueba de la tabla octométrica (Monoyer, Snellen, etc.), que tiene en cuenta el reconocimiento de caracteres alfabéticos por una determinada naturaleza morfoscópica, y que también se utiliza para la renovación del permiso de conducción (por ejemplo), no puede evaluar la agudeza visual máxima.
La agudeza visual máxima es una medida que requiere condiciones específicas, y es la inversa de las dimensiones angulares mínimas que debe tener un objeto para ser percibido por el sistema visual.
La prueba estándar de agudeza visual
La prueba de agudeza visual es un examen no invasivo que forma parte esencial de la examen oftalmológico completo y tiene por objeto determinar la claridad y nitidez de la vista.
Estos parámetros se comprueban evaluando la capacidad de distinguir diferentes optotipos (representaciones gráficas de letras o símbolos) a una distancia estándar.
Este proceso, que puede parecer sencillo y automático, requiere en realidad múltiples funciones por parte del ojo: la retina debe estar sana y poder ser alcanzada por la luz con una refracción adecuada, y los estímulos visuales recibidos deben poder ser interpretados correctamente por el cerebro.
Un poco de historia
La prueba de agudeza visual existe desde hace mucho tiempo y, ya en 1800, el deseo de normalizar las pruebas visuales condujo a la creación de diferentes gráficos con distintos ototipos.
La primera, y aún hoy la más utilizada, es la tabla Snellen.
Más recientemente, también se ha establecido la tabla LogMAR (también conocida como tabla ETDRS). En el caso de los adultos, se suelen utilizar ototipos con letras, mientras que para los niños se utilizan símbolos adecuados a su nivel de comprensión.
En la actualidad, también hay disponibles muchas aplicaciones de smartphone para realizar la prueba, que parecen obtener resultados reproducibles.
Los resultados de las pruebas de agudeza visual se comunican utilizando una escala en décimas o vigésimas. El valor de 10/10 y 20/20 es el que obtiene una persona con la máxima agudeza visual, pero sólo representa un aspecto de la visión y no incluye otros elementos, como la percepción de la profundidad, la visión periférica y el daltonismo.
Una de las causas más comunes de discapacidad visual son los defectos de refracción, como es el caso de la miopía y la hipermetropía.
Otras causas de discapacidad visual son el astigmatismo, la ambliopía (u "ojo vago"), el desprendimiento de retina, la degeneración macular, la isquemia, las cataratas, el glaucoma, la abrasión corneal u otras lesiones traumáticas.
Las pruebas de agudeza visual son esenciales en los exámenes oftalmológicos porque muchas de estas afecciones pueden identificarse precozmente, lo que permite una intervención terapéutica temprana.
Cuando se realiza la prueba de agudeza visual
La prueba de agudeza visual se realiza como parte de un examen oftalmológico completo, especialmente en estas circunstancias:
- detección de deficiencias visuales
- apoyo en el diagnóstico de enfermedades oculares recidivantes
- evaluación de cambios visuales agudos, traumáticos o no traumáticos
- evaluación de la visión tras la cirugía correctora
- control visual para la renovación del permiso de conducción
Desempeña un papel tanto en el contexto agudo como en el de cribado.
En el primer caso, es importante documentar una puntuación inicial de la agudeza visual, tanto para las lesiones mecánicas del ojo como para la pérdida repentina de visión (por ejemplo, en caso de glaucoma, desprendimiento de retina o isquemia).
La agudeza visual medida en estas circunstancias puede compararse con la prueba anterior, si se dispone de ella, y servirá de base para la reevaluación tras la cirugía en el contexto agudo y subagudo.
La prueba de agudeza visual de niños a adultos
Las pruebas de cribado visual, incluidas las pruebas de agudeza visual, presentan numerosas ventajas en el campo de la pediatría. En particular, la prueba de agudeza visual es la mejor para detectar defectos refractivos, que son la principal causa de discapacidad visual y visión reducida en los niños.
Durante las primeras etapas del desarrollo, es importante someter a los niños a exámenes visuales más frecuentes.
En adultos asintomáticos, sin factores de riesgo significativos
En ese caso, puede realizarse un examen oftalmológico completo cada 5-10 años por debajo de los 40 años, cada 2-4 años entre los 40 y los 54 años, cada 1-3 años entre los 55 y los 64 años, y cada 1-2 años por encima de los 65 años.
El cambio en la frecuencia de las revisiones sirve para evaluar mejor las enfermedades oculares relacionadas con la edad.
La prueba de agudeza visual en caso de patologías
Las personas con mayor riesgo de glaucoma deben someterse a revisiones oftalmológicas exhaustivas con mayor frecuencia, aunque estén asintomáticas.
Las personas diagnosticadas de diabetes tipo 1 deben someterse a un examen oftalmológico, que incluya una prueba de agudeza visual, cinco años después del diagnóstico, y luego repetir los exámenes anualmente.
En cambio, los pacientes diagnosticados de diabetes de tipo 2 deben someterse a un examen anual desde el momento del diagnóstico.
Además, las mujeres diabéticas deben someterse a un examen oftalmológico completo, que incluya una prueba de agudeza visual, durante el primer trimestre del embarazo.
El objetivo de estos exámenes de cribado es permitir una intervención precoz para prevenir la morbilidad a largo plazo y mejorar la calidad de vida.