Recientemente, el primer aislamiento de ARN de SARS-CoV-2 a partir de un frotis conjuntival de un paciente pediátrico despertó gran interés. El estudio que informaba del caso se publicó en Revista Europea de Oftalmología. La presencia del SARS-CoV-2 en la superficie ocular sigue siendo un tema muy debatido. La queratoconjuntivitis y otras anomalías oculares, como hiperemia conjuntival, quemosis, epífora y aumento de la secreción, se han descrito como un signo clínico precoz de la COVID-19 en hasta el 31,6% de los pacientes. Algunos trabajos han informado de la identificación de ARN de SARS-CoV-2 en frotis conjuntivales de pacientes adultos con COVID-19 con signos y síntomas oculares concomitantes.
Hisopo conjuntival en el paciente pediátrico: el estudio científico
Un paciente pediátrico, caucásico, de 11 años de edad, acudió a la Clínica Pediátrica de la Fundación IRCCS y al Hospital San Matteo (Pavía, Italia) para una investigación médica debido a un contacto estrecho y prolongado con un familiar infectado por COVID-19. Tras un frotis nasal, se identificó ARN de SARS-CoV-2 mediante pruebas moleculares (reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa, RT-PCR). El paciente pediátrico positivo fue ingresado en el hospital y se le administró un tratamiento a base de azitromicina (10 mg/kg/día dos veces al día) e hidroxicloroquina (5 mg/kg/día dos veces al día). Tres días después de su ingreso en el hospital, la paciente se quejó de síntomas oculares leves (sensación de dolor, ardor, hormigueo y lagrimeo) por lo que se realizó una evaluación oftalmológica. No se detectaron signos de conjuntivitis ni queratitis, pero basándose en la historia clínica de la paciente se decidió realizar un frotis conjuntival que detectó la presencia de ARN de SARS-CoV-2. Posteriormente, se realizaron frotis nasales y nasales. Posteriormente, se repitieron los frotis nasales los días 10, 16, 19, 23 y 25 tras la hospitalización; las investigaciones revelaron una tendencia decreciente de los niveles de ARN del SARS-CoV-2 y la última detección se realizó el día 19. Debido a la ausencia de signos y síntomas oculares, el frotis conjuntival no se repitió en los mismos puntos temporales que los frotis nasales. Para confirmar la negatividad completa de todos los fluidos corporales, se realizaron hisopos conjuntivales el día 25, con resultado negativo.
La identificación del ARN del SARS-CoV-2 en la muestra ocular de un paciente pediátrico con COVID-19 demuestra que el virus puede detectarse en las muestras conjuntivales de niños y no sólo de adultos, como se pensaba anteriormente. Las manifestaciones oculares del paciente pediátrico con COVID-19 parecen ser más leves que en los adultos, como se observó en un grupo de 27 pacientes pediátricos con COVID-19 y manifestaciones oculares al ingreso. En China se notificó otro caso de un paciente pediátrico con COVID-19 confirmado y síntomas oculares, pero no se recogieron hisopos conjuntivales.
El estudio concluye que, aunque la transmisión a través de las lágrimas es teóricamente posible, aún no está claro si puede considerarse una vía importante de propagación del SRAS-CoV-2.
Bibliografía
Dr. Carmelo Chines
Director responsable