El trasplante de córnea es un procedimiento médico que puede devolver la vista o mejorar significativamente la calidad visual de una persona. Se trata de un procedimiento quirúrgico bastante frecuente que consiste en la sustitución total o parcial de una córnea dañada o enferma por otra sana procedente de un donante. Conocer las fases del trasplante, los criterios de elegibilidad y las expectativas postoperatorias de este procedimiento quirúrgico es crucial para los pacientes a los que se ofrece esta opción de tratamiento. En este artículo, exploraremos lo que implica la cirugía, sus posibles complicaciones y los beneficios que puede ofrecer.
Queratoplastia
El trasplante de córnea o queratoplastia es el procedimiento quirúrgico por el que se sustituye la córnea opaca o deformada por un colgajo corneal transparente procedente de un donante humano.
La córnea es una lente convexa transparente que cubre el iris y la pupila y es esencial para enfocar la luz en la retina.
En realidad, un trasplante de córnea no es un verdadero trasplante de órgano, sino más bien un "injerto" de tejido, cuya finalidad es restablecer la calidad de la visión, comprometida por la opacificación o la curvatura excesiva de la córnea que se va a sustituir.
Esta intervención sólo puede dar buenos resultados si no hay daños en el sistema de percepción visual, es decir, en los fotorreceptores de la retina, ni en las vías de transmisión nerviosa del ojo.
El procedimiento quirúrgico del trasplante se realiza para mejorar la visión y reducir el dolor que puede provocar una córnea dañada. En casos de enfermedad avanzada, el trasplante puede ser la única opción para recuperar una buena calidad visual.
Es importante destacar que el éxito del trasplante depende de varios factores, entre ellos las causas del daño corneal y la salud general del paciente. En muchos casos, la cirugía ofrece resultados positivos y duraderos.
Cuándo es necesario un trasplante
El trasplante de córnea se hace necesario en diversas condiciones patológicas, como en el caso de enfermedades progresivas como queratoconoen la que la córnea se adelgaza y deforma.
También el distrofias corneales eredo-familiar puede llevar a la necesidad de un trasplante, al igual que la queratopatía bullosa o formas de queratitis que no responden a otras terapias. De hecho, las cicatrices causadas por infecciones o lesiones oculares pueden hacer indispensable esta intervención, como puede ocurrir en el caso de Queratitis por acanthamoeba.
Entre las afecciones que pueden requerir un trasplante de córnea, también hay que añadir las secuelas de traumatismos oculares y accidentes laborales o de tráfico, que pueden alterar la transparencia y/o curvatura de la córnea.
Para determinar la idoneidad de un trasplante, es esencial realizar un examen oftalmológico completo y exhaustivo que permita establecer si se dan todas las condiciones para que un trasplante tenga un efecto positivo en términos de recuperación de la vista.
Técnicas quirúrgicas
La sustitución de la córnea puede realizarse mediante dos tipos de cirugía:
1) queratoplastia lamelar: en este caso, la córnea sólo se sustituye parcialmente. En queratoplastia lamelar superficial sólo se sustituye la porción opacificada del parénquima corneal, mientras que en el queratoplastia lamelar profunda se sustituye todo el espesor del parénquima.
2) queratoplastia perforanteen cuyo caso se sustituye toda la córnea.
Desgraciadamente, muchos trasplantes de córnea fracasan.
Las principales causas de fracaso son:
1) Infecciones postoperatorias.
2) Defectos de la córnea trasplantada: la selección de los donantes y del material donado es crucial, ya que muchas córneas no son aptas para el implante.
3) Recaídas de la enfermedad original en la córnea trasplantada
4) Reacciones inmunitarias: son la causa más frecuente de fracaso del trasplante. Son más violentas cuanto más precozmente se producen. Generalmente provocan la opacificación del colgajo corneal trasplantado, pero no excluyen la posibilidad de intentar un nuevo injerto más adelante.
Algunas enfermedades oculares graves que casi siempre son bilaterales (síndrome de Stevens-Johnson, penfigoide, quemaduras graves, etc.) pueden dañar la córnea tan gravemente que es muy poco probable que un trasplante de córnea tenga éxito. En tales casos, se recurre a la sustitución del tejido corneal alterado por una prótesis artificial de material plástico transparente (queratoprótesis).
Donación de córnea para trasplante
En primer lugar, es bueno saber que la Ley nº 301 de 12 de agosto de 1993, que contiene el "Reglamento sobre extirpaciones e injertos de córnea", establece que:
- La extracción de la córnea requierecomprobación del fallecimiento por medios instrumentales;
- el médico que declara la muerte del paciente está obligado a dar comunicación inmediata al centro de referencia más cercano para injertos de córnea;
- Para donar necesita el consentimientosalvo que la persona se haya negado expresamente en vida, el cónyuge no separado legalmente, los hijos mayores de edad y los padres podrán consentir la solicitud de donación.
Condiciones patológicas que impiden la donación
Córneas de las que no se pueden donar córneas:
a) por personas que padecen enfermedades infecciosas transmisibles (rabia, enfermedad de Creutzfield-Jacob, hepatitis B), lúes activas, septicemia, sida y VIH, así como enfermedades neurológicas como el Alzheimer, la demencia senil, la esquizofrenia, la esclerosis lateral amiotrófica y muchas otras.
b) de ojos afectados por procesos inflamatorios del segmento anterior, procesos degenerativos o distróficos de la córnea, tumores del segmento anterior o retinoblastoma.
Las córneas de los recién nacidos o de los niños demasiado pequeños son demasiado finas y curvadas y sólo pueden implantarse en pares
Además, para ser adecuado en el momento del trasplante, la córnea debe presentar unas condiciones especiales de viabilidad del endotelio corneal, que generalmente se verifican en el Bancos de ojosque, además de esta comprobación fundamental de la idoneidad del tejido, llevan a cabo una serie de actividades muy importantes, que van desde la obtención del consentimiento para la explantación por parte de los familiares (y las obligaciones legales relacionadas), hasta la recogida, el almacenamiento de las córneas explantadas y su distribución a los centros quirúrgicos que las requieran.
Antecedentes de trasplante de córnea
El trasplante de córnea tiene una larga historia que se remonta a finales del siglo XIX. Al principio era un procedimiento experimental, pero con el tiempo se convirtió en una práctica establecida gracias a los avances tecnológicos.
En los primeros años, las técnicas eran rudimentarias y los éxitos escasos, pero los resultados de las operaciones de queratoplastia han mejorado mucho desde la introducción de importantes innovaciones instrumentales, como el microscopio endotelial y el topógrafo corneal.
En las últimas décadas, las técnicas de trasplante han experimentado nuevas mejoras con la introducción de la cirugía láser y las técnicas de trasplante lamelar. Estos avances han aumentado la tasa de éxito y reducido los tiempos de recuperación, haciendo que el procedimiento sea más accesible y seguro.
Síntomas y diagnóstico
Reconocer los síntomas de un problema corneal es crucial para un diagnóstico precoz. La visión borrosa, la sensibilidad a la luz y el dolor ocular son síntomas frecuentes.
El oftalmólogo utiliza diversas pruebas para diagnosticar problemas de la córnea. El examen con lámpara de hendidura y la topografía corneal son procedimientos estándar para evaluar el estado de la córnea.
Un diagnóstico preciso permite identificar la gravedad del problema y planificar el tratamiento más adecuado, que puede incluir o no un trasplante de córnea.
Procedimiento de trasplante de córnea
La intervención de trasplante de córnea es un procedimiento quirúrgico bien definido que requiere una preparación cuidadosa y detallada. En esta sección, exploraremos los pasos preoperatorios y lo que ocurre durante el procedimiento.
Preparación preoperatoria
La preparación para un trasplante de córnea comienza con una evaluación exhaustiva por parte de un oftalmólogo. El paciente debe someterse a varios exámenes para asegurarse de que es un candidato adecuado.
- Análisis de sangrePara asegurarse de que no hay infecciones activas.
- Evaluación de la visiónDeterminar la gravedad del problema visual.
- Consulta médicaPara discutir el historial médico y la medicación actual.
El paciente recibe instrucciones específicas sobre lo que debe hacer antes de la intervención, como evitar ciertos medicamentos y no comer ni beber en las horas previas.
Aspectos de la cirugía
Durante la intervención, el cirujano retira la córnea dañada y la sustituye por una córnea donante. La intervención suele realizarse con anestesia local, y el paciente está despierto pero no siente dolor.
- GrabadoEl cirujano realiza una incisión en la córnea dañada.
- Extirpación de la córneaLa córnea enferma se retira suavemente.
- Inserción del trasplanteLa nueva córnea se coloca y sutura con precisión.
Esta operación suele durar un par de horas y, una vez finalizada, se vigila al paciente mientras despierta de la anestesia.
Recuperación y cuidados postoperatorios
La recuperación postoperatoria varía de una persona a otra. En el postoperatorio es frecuente experimentar visión borrosa, sensibilidad a la luz y molestias leves.
La visión mejora gradualmente a lo largo de semanas o meses. El paciente debe seguir un régimen estricto de colirios para prevenir la infección y reducir la inflamación.
Las visitas de seguimiento son esenciales para controlar la cicatrización. El oftalmólogo comprobar si hay signos de rechazo u otras complicaciones.
Riesgos y posibles complicaciones
Aunque el trasplante de córnea tiene una alta tasa de éxito, pero como cualquier procedimiento quirúrgico, el trasplante de córnea conlleva ciertos riesgos de complicaciones. El sitio rechazo corneal es uno de los más frecuentes y puede producirse cuando el organismo del paciente reconoce el nuevo tejido como extraño.
Otros posibles problemas son las infecciones, el aumento de la presión intraocular y la formación de cicatrices. Es importante reconocer los síntomas a tiempo para tratar las posibles complicaciones de inmediato.
Cómo gestionar los riesgos
La gestión de los riesgos asociados al trasplante de córnea requiere una colaboración activa entre el paciente y el médico.
Algunas recomendaciones:
- Siga estrictamente la posología prescrita para el colirio.
- Someterse a todas las revisiones programadas.
- Informe inmediatamente de cualquier cambio en la visión o de cualquier síntoma inusual.
- Evite la actividad física intensa.
- Llevar gafas protectoras para evitar traumatismos oculares.
Seguir estas recomendaciones reduce el riesgo de complicaciones y favorece una recuperación más rápida.