En oftalmología, la visualización óptima y la facilidad de manipulación quirúrgica son la piedra angular del éxito de los resultados quirúrgicos. A pesar de los considerables avances técnicos, algunas estructuras oculares siguen siendo inaccesibles debido a la interposición de medios dióptricos opacos o a su ubicación. La capacidad del endoscopio para sortear las opacidades del segmento anterior y alcanzar las regiones más internas del ojo le confiere una ventaja única en las cirugías que afectan a estructuras de la región del cuerpo ciliar y en las cirugías vitreorretinianas en ojos con segmentos anteriores opacos o dañados.
Tipos de microendoscopios
Los microendoscopios pueden ser de fibra óptica o no:
- En la versión de fibra óptica, las fibras ópticas para iluminación, imagen y fotocoagulación láser se extienden desde las interfaces de la consola a través de una pieza de mano hasta el extremo distal de una sonda intraocular. La imagen óptica de alta resolución de la punta intraocular se transmite a través de las fibras ópticas hasta su extremo proximal, que está conectado a una cámara de vídeo digital.
- En un microendoscopio basado en lentes no fibroópticas o de índice de gradiente (GRIN), las lentes se sustituyen por lentes GRIN de pequeño diámetro que se fabrican con extremos planos para facilitar su uso en sistemas multilente y su posible acoplamiento a componentes de fibra óptica. En este sistema, la cámara o el ocular de visualización se conectan directamente a la pieza de mano de la sonda-lente intraocular GRIN, por lo que el sistema es más frágil.
La propiedad óptica coaxial del endoscopio ocular proporciona una mejor visión del vítreo que los sistemas de imagen convencionales. La profundidad de campo intraocular varía aproximadamente entre 0,75 y 40 mm, lo que permite un gran aumento cuando la sonda del endoscopio está adyacente al tejido y una visión intraocular panorámica cuando está cerca del lugar de la esclerotomía.
Aplicaciones de la endoscopia
La capacidad de eludir las opacidades del segmento anterior convierte al endoscopio en una herramienta muy útil para la intervención precoz en procedimientos vitreorretinianos, eliminando la necesidad de combinarlo con queratoplastia o queratoprótesis y permitiendo un mejor resultado quirúrgico y funcional. Debido a la mejor visualización de la retina anterior, la base vítrea, la pars plana y el surco ciliar, sin distorsión estructural, la utilidad de la endoscopia es especialmente evidente en enfermedades avanzadas como la endoftalmitis, la vitreorretinopatía proliferativa anterior (PVR), el desprendimiento de retina traccional (TRD) y en ojos con el segmento anterior dañado, donde la visualización directa de la retina y el nervio óptico ayuda a decidir si realizar o evitar procedimientos quirúrgicos complejos en ojos con un potencial visual incierto.
La endoscopia ocular facilita el diagnóstico y el tratamiento de las patologías del segmento anterior relacionadas con el cuerpo ciliar, el ángulo de la cámara anterior, el epitelio posterior del iris y el soporte capsular, y es útil para la colocación de lentes intraoculares (LIO). Todas ellas son zonas de difícil acceso y visualización con un microscopio convencional.
Además, la ciclofotocoagulación endoscópica por vía anterior o por vía pars plana ha demostrado ser una modalidad de tratamiento eficaz para los pacientes con glaucoma, incluido el glaucoma congénito o pediátrico, que evita la necesidad de cirugía precoz.
Avances tecnológicos en endoscopia ocular
Uno de los inconvenientes más importantes de la endoscopia ocular son las imágenes bidimensionales (2D) que pueden obtenerse. Por ello, entre las innovaciones recientes se incluye el desarrollo de un sistema de endoscopia 3D.
Los microendoscopios oftálmicos disponen tradicionalmente de sondas intraoculares rígidas, rectas o curvas según su uso, para cirugía posterior o anterior. También existen sondas láser y de iluminación desechables con haces de fibras ópticas curvas extensibles alojadas dentro de una sonda intraocular rígida. Potencialmente, los canales de iluminación e imagen pueden filtrarse por colores para realizar una oftalmoscopia endoscópica monocromática o incluso una angiografía con fluoresceína. Aunque todavía se encuentra en fase de desarrollo, es probable que durante los procedimientos microendoscópicos se pueda disponer de datos intraoperatorios de OCT (tomografía óptica de radiación coherente) procedentes de fuentes como sistemas de OCT integrados en microscopios, sondas OCT intraoculares autónomas o sondas OCT de diámetro muy pequeño integradas en microendoscopios.
En conclusión, la endoscopia intraocular es sin duda una técnica prometedora y en desarrollo. En su forma actual, es un recurso valioso para el cirujano en intervenciones complejas que afectan al segmento posterior y a la región del cuerpo ciliar.
Bibliografía:
Dr. Carmelo Chines
Director responsable