El conocimiento del microbioma de la superficie ocular puede ayudar al especialista a reconocer cuándo el factores de riesgo de infección intraocular e en determinación de la profilaxis antibiótica más eficaz.
Diversidad del microbioma ocular y estratificación vertical
Nuestro organismo está habitado por una amplia y diversa comunidad de especies microbianas: el microbioma humanocuyo estudio es fundamental para comprender la fisiopatología de diversas enfermedades. Sin embargo, mientras que el Proyecto del Microbioma Humano se centró inicialmente en el análisis de los tractos gastrointestinal y urogenital, la piel y la mucosa oral y nasal, un campo emergente de investigación se está centrando en la microbioma ocular.
El microbioma de la superficie ocular se refiere al microorganismos residentes no patógenos que colonizan la conjuntiva y la córneaa excepción del párpado, cuyos microbios se consideran en cambio parte del microbioma cutáneo. Varios estudios han demostrado que las células epiteliales de la superficie ocular son capaces de responder selectivamente, produciendo citoquinas proinflamatoriasa componentes específicos del bacterias patógenas ocularesy, en cambio, no responden a las bacterias no patógenas, favoreciendo así la colonización de un verdadero microbioma.
Análisis de la composición del microbioma ocular pero sigue en su primeros pasosEn los primeros estudios realizados con técnicas de cultivo microbiológico, se observó un perfil menos diverso que el que se ha descubierto recientemente utilizando el nuevas técnicas moleculares y de secuenciación. De hecho, mientras que hasta hace unos años el microbioma de la superficie ocular parecía estar dominado por bacterias Gram-positivas y unas pocas bacterias Gram-negativas, así como unas pocas cepas de hongos, la genómica ha revelado ahora un considerable diversidad en el microbioma de la superficie ocularcon una media de 221 especies de bacterias por sujeto.
En consonancia con los datos sobre el microbioma de otras zonas del cuerpo, como la epidermis, la composición por sexos del microbioma ocular parece tener un estratificación vertical. En efecto, realizando un frotis de la superficie ocular con una ligera presión, se pueden aislar microorganismos oportunistas y ambientales, que representan especies transitorias en la superficie ocular. Por el contrario, si se realiza un frotis "más profundo", se pueden aislar estafilococos, cornyebacterias y proteobacterias. Así pues hisopado integral y a diferentes niveles es necesaria para lograr una Caracterización precisa de la diversidad del microbioma de la superficie ocular.
El caso: Impacto del microbioma ocular en la aparición de queratitis inducida por Pseudomonas aeruginosa
P. aeruginosa es uno de los patógenos Gram negativos más frecuentemente aislados de la queratitis bacteriana, una afección grave que puede progresar rápidamente hacia la formación de un descemetocele hasta la perforación corneal y la endoftalmitis. Esta afección requiere un enfoque de laboratorio adecuado para garantizar una terapia antibiótica dirigida a superar la resistencia de P. aeruginosa a los desinfectantes comunes, lo que unido a su capacidad de adhesión facilita su supervivencia en el ojo.
Recientemente, algunos autores han comparado la contribución del microbioma de la superficie ocular para regular la posibilidad de P. aeruginosa para inducir queratitis infecciosa. Los resultados del estudio, publicados recientemente en PLOS Patógenohan demostrado que la presencia de un microbioma ocular sano refuerza la barrera inmunitaria ocular innataaumentando significativamente las concentraciones de efectores inmunitarios en la película lagrimal, incluidas las proteínas IgA y del complemento. Los autores también realizaron experimentos in vivo en ratones Swiss Webster (SW), generalmente resistentes a la queratitis inducida por P. aeruginosa, que, en cambio, se volvieron susceptibles una vez alterado su microbioma ocular. Posteriormente, se restableció la inmunidad protectora colonizando la superficie ocular de los ratones con estafilococos coagulasa negativos aislados previamente de frotis conjuntivales. Así pues, estos datos subrayan el papel del microbioma en la regulación de la sensibilidad ocular a la queratitisy son especialmente importantes a la luz del creciente aislamiento de cepas de P. aeruginosa multirresistente (resistente a múltiples fármacos - MDR) en pacientes con infecciones oculares.
En este sentido, la caracterización fenotípica de P. aeruginosa MDR aislado de un paciente con síndrome de Stevens-Johnson, La cepa VRFPA04 mostró una naturaleza altamente resistente y virulenta y causó una pérdida significativa de agudeza visual en el paciente a pesar de la terapia antibiótica adecuada. En efecto, la VRFPA04 era resistente a los antibióticos betalactámicos (penicilinas, cefalosporinas, carbapenems), a los aminoglucósidos y a los quinolónicos, y sensible únicamente al aztreonam y a las cefalosporinas de cuarta generación. Los análisis comparativos del genoma también revelaron que los determinantes de virulencia adquiridos por esta cepa podrían derivar de bacterias relacionadas, pero de origen ambiental, lo que subraya cómo la propagación de cepas MDR en una configuración ocular puede alterar permanentemente los genotipos bacterianos ya circulantes.
Bibliografía
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- Kugadas A y otros. Impacto de la microbiota en la resistencia a la queratitis ocular inducida por Pseudomonas aeruginosa. PLOS Pathogens. 2016.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable