Existe una relación entre el embarazo y el ¿Ver? Varios ensayos clínicos han revelado estrecha relación.
La mujer durante los nueve meses de gestación está sometida a numerosas cambios fisiológicos que afectan a diferentes partes del cuerpoincluidos los ojos.
Entre las estructuras oculares que pueden verse alteradas durante el embarazo se incluyen:
-el párpado;
-la conjuntiva;
-la córnea;
-el cristalino;
-la retina;
-el nervio óptico.
En general, se trata de cambios transitorios que se resuelven espontáneamente tras el periodo de digestión. La córnea, por ejemplo, experimenta cambios tanto de grosor como de curvatura. En algunos casos, estos cambios pueden provocar una afección denominada queratocono (adelgazamiento de la córnea) o provocar un disminución de la presión intraocular o entaciones de visión.
Además, durante el embarazo, la aumenta la retención de agua significativamente, una condición que en individuos predispuestos podría conducir a unaAcumulación de líquido en la cavidad ocular. (edema corneal), un mayor riesgo de aparición de cataratas y también una mala tolerancia a las lentes de contacto.
Los altos niveles de la hormona progesterona y el descenso simultáneo de los niveles de producción de las hormonas androgénicas (testosterona, andostenediona) que se producen durante el periodo de gestación pueden ser responsables de la aparición de ciertos trastornos y alteraciones de la película lagrimal, entre los que se encuentran la síndrome del ojo seco. En efecto, las hormonas andrógenas regulan y modulan la composición, así como la estabilidad, del líquido fluidoolagrimal. El ojo seco es, de hecho, una de las dtrastornos oculares más frecuentes en las mujeres, especialmente durante el tercer trimestre del embarazo.
Además del ojo seco, el síndrome del ojo seco puede provocar trastornos como:
-mayor sensibilidad a la luz (fotofobia);
-fatiga durante la aplicación del maquillaje en la zona de los ojos;
-dolor, ardor y enrojecimiento del ojo;
-dificultad para abrir los párpados después de las horas nocturnas.
La sintomatología derivada de la reducción de la producción de lágrimas puede aliviarse con lauso de colirios o lágrimas artificiales que ayudan a lubricar, humedecer y rehidratar el ojo. Si, por el contrario, las molestias no se resuelven por sí solas con el simple uso de estos productos, un se recomienda una visita al oftalmólogo, especialmente durante el embarazo, cuando no se recomienda en absoluto ningún tratamiento farmacológico sin consulta médica previa.
Fuente
Cambios oculares durante el embarazo. Naderan M. Revista de Oftalmología Actual, 1-9 (2017).
Dr. Carmelo Chines
Director responsable