Dislexia y alteración de los movimientos oculares

Causas y correlaciones en los últimos estudios.

La correlación entre dislexia y alteración de los movimientos oculares ha encontrado una nueva confirmación en el estudio del grupo de investigación de la clínica oftalmológica de la Universidad de Génova, dirigido por el Prof. Carlo Emilio Traverso, publicado en el nº 3 2017 de IROO (Revista Italiana de Oftalmología).

La dislexia es una dificultad específica de aprendizaje, también conocida como "trastorno de la lecturaque también puede darse en personas con inteligencia absolutamente normal y capacidades sensoriales intactas. Las personas con dislexia evolutiva tienen dificultades para reconocer y deletrear palabras con precisión y/o fluidez. En el caso de una alteración total de la capacidad lectora, se habla de alessia.

Estas dificultades de lectura suelen notarse en los primeros años de vida del niño o al principio de la experiencia escolar, aunque la dislexia también puede empezar en la edad adulta como consecuencia de una lesión cerebral traumática, un derrame cerebral o una demencia.

Estudio sobre la dislexia visual

Entre las causas de la dislexia, se han identificado algunos factores ambientales, pero sobre todo una predisposición genética: los estudios en la literatura muestran que 40% de los hijos de padres disléxicos tienen una alta probabilidad de desarrollar el mismo trastorno.

En el estudio de la clínica oftalmológica de Génova, se reclutó a 22 niños de habla italiana, con edades comprendidas entre los 8 y los 13 años, de los cuales 11 eran niños sanos y 11 habían sido diagnosticados de dislexia, basándose en las recomendaciones del DSM-IV (véanse las Directrices sobre TDAH). Los parámetros incluidos en el procedimiento de diagnóstico fueron: un nivel normal de inteligencia general, trastorno de la lectura, ninguna disfunción neurológica o educativa que pudiera explicar la discapacidad lectora. Todos los participantes se sometieron a un examen ortóptico y oftalmológico, una prueba de agudeza visual con un optotipo único de 3 m y un examen con lámpara de hendidura.

El estudio confirmó la correlación entre dislexia visual e alteración de movimientos oculares e identificaron la causa en la incapacidad para procesar material lingüístico. Se puso de manifiesto una importante diferencia entre el grupo de niños sanos y el grupo de disléxicos en la estabilidad de la fijación de un objetivo fijo, con un mayor índice de pérdida de la misma en los pacientes con dislexia. El análisis de los parámetros de lectura también reveló una diferencia significativa entre los dos grupos.

En particular, los niños con dislexia visual tuvieron un rendimiento más movimientos oculares al leer un texto y el número de fijaciones aumentó significativamente, sobre todo para las palabras largas o menos comunes, como ya se había señalado en otros estudios de la bibliografía. Esta dificultad puede explicarse principalmente por el aumento del número de sacadas progresivas. El sitio sacada son movimientos oculares rápidos realizados para hacer coincidir el área de interés visual con el foveala zona central de la retina, caracterizada por una agudeza visual máxima.

Otros estudios en la literatura ya habían demostrado que el componente voluntario de la sacada está específicamente alterado en los pacientes disléxicos, en comparación con los controles normales de la misma edad; además, el desarrollo de la estabilidad de la fijación está alterado en los pacientes disléxicos, principalmente debido a deficiencia en la vía magnocelular.

El estudio publicado en IROO confirma que los pacientes disléxicos presentan sacadas regresivas más frecuentes y pausas durante la fijación para volver a las palabras con más frecuencia e intentar descodificarlas y comprenderlas, lo que altera la fluidez lectora en comparación con los sujetos del grupo de control. Estos resultados apoyan la tesis de que los movimientos oculares alterados se deben principalmente al procesamiento visual reducido del material lingüístico típico de los pacientes disléxicos.

Entre las novedades que se comunicarán figuran los resultados de un Investigación francesa en la Universidad de Rennesque parece haber identificado una posible causa fisiológica de la dislexia. Según el equipo de investigadores, este trastorno del neurodesarrollo está relacionado con anomalías específicas del ojo, en particular en el disposición de los fotorreceptores.

Disposición de los fotorreceptores retinianos y dislexia visual

El estudio francés, publicado en la revista Actas de la Royal Societyexaminaron los ojos de 30 disléxicos y 30 personas sanas. Los resultados mostraron que existían diferencias en la disposición de los fotorreceptores de la retina, en particular los conos, responsable de la visión de los colores. De hecho, existen conos para el rojo, para el verde y para el azul, y en las personas no disléxicas se observó que la zona sin conos para el azul en un ojo era oblonga o irregular, mientras que en el otro ojo era redonda y este último ojo tendía a asumir la función del ojo dominante. En las personas disléxicas, ambos ojos tenían zonas sin conos para el azul de forma redondeada y, por lo tanto, se podría plantear la hipótesis de que esta anomalía anatómica hace que los disléxicos no tengan un ojo dominante y que el cerebro entre en confusión porque recibe dos imágenes idénticas entre las que no puede decidir. Esta situación podría ser una de las causas de visión borrosa y confusión al leer.

El profesor John Stein, experto en dislexia y catedrático emérito de neurociencia de la Universidad de Oxford, comentó que la investigación francesa es interesante sobre todo porque subraya la importancia de la dominancia ocular en la lectura, pero que no es una explicación aplicable a todos los casos de dislexia.

Bibliografía

  1. Vagge A, Negri L, Cavanna M, et al. Movimientos oculares en pacientes con dislexia, IROO 2017;3:159-164.
  2. Le Floch A, Ropars G. Left-right asymmetry of the Maxwell spot centroids in adults without and with dyslexia. Proc Biol Sci. 2017 Oct 25;284(1865). pii: 20171380. doi: 10.1098/rspb.2017.1380.
  3. Directrices para el diagnóstico y el tratamiento farmacológico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en la infancia. 

Dr. Carmelo Chines
Director responsable

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