Con motivo de la Día Mundial contra el Cáncer (Día Mundial contra el Cáncer), promovió el 4 de febrero de cada año por la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), L'Oculista Italiano desea dedicar a sus lectores una breve visión del tumores que afectan al ojo.
En todo el mundo se diagnostica cáncer a más de 12 millones de personas. Sin embargo, las pruebas clínicas demuestran que alrededor de Los tumores 50% podrían prevenirse y/o tratarse sometiéndose a revisiones anuales periódicas y adoptando un estilo de vida correcto.
Por ello, la información correcta, la prevención selectiva y la sensibilización son herramientas esenciales.
¿Qué son los tumores oculares?
Los tumores que afectan a los ojos se dividen en:
-Los tumores intraoculares, cuando se ve afectada la estructura interna, es decir, el globo ocular;
-Tumores orbitarios, cuando afecta a la estructura externa, es decir, a la órbita;
- tumores anexiales, cuando se ven afectados los anexos del ojo (párpados o glándulas lagrimales).
Los tumores intraoculares más frecuentes que afectan a adultos y niños respectivamente son el melanoma y el retinoblastoma.
Melanoma
El melanoma ocular es la forma más frecuente de enfermedad neoplásica en la población adulta, con entre 400 y 500 nuevos casos al año sólo en Italia. El melanoma puede ser conjuntival, si afecta a la conjuntiva, o uveal, si surge en la úvea, la membrana central formada por el iris, la coroides y el cuerpo ciliar.
Los melanomas de la conjuntiva representan el 2% de todos los tumores oculares y tienen una incidencia muy baja, mientras que los tumores que afectan a la úvea son más frecuentes y a veces pueden ser mortales.
Afectan a unos 6 millones de personas cada año, aparecen por término medio después de los 50 años y son más frecuentes entre las personas de ojos claros.
El melanoma ocular puede no diagnosticarse a tiempo porque es asintomático o porque los síntomas se asocian erróneamente a otras enfermedades oculares.
En general, el síntomas de melanoma que con mayor frecuencia podrían estar relacionadas con una neoplasia ocular son:
-vista borrosa;
-aparición de manchas oscuras en el campo visual;
-pérdida repentina de visión;
-Sensibilidad excesiva a la luz;
-dolor en el ojo;
-quemaduras, lagrimeo y enrojecimiento de la esclerótica, la parte blanca del ojo.
La diagnóstico del melanoma es realizada por un oftalmólogo que podrá determinar ciertos parámetros clínicos del paciente como la pigmentación o los cambios visibles en el ojo. Para la confirmación de un diagnóstico de sospecha tumoral, el paciente puede someterse a diversas pruebas diagnósticas, como:
-Ecografía ocular: mediante la cual se examinan todas las estructuras internas del ojo;
-angiografía: procedimiento que permite visualizar los vasos sanguíneos del ojo e identificar cualquier anomalía;
-Resonancia magnética: mediante la cual se obtienen imágenes de alta resolución que permiten un diagnóstico preciso y, en su caso, una elección adecuada del tratamiento.
La elección de estrategia terapéutica a adoptar depende obviamente del estado clínico del paciente y de la gravedad de la patología neoplásica. El objetivo principal de cualquier opción terapéutica que se adopte, en cualquier caso, está dirigido tanto a la preservación del ojo como a la prevención de posibles metástasis.
Las intervenciones terapéuticas incluyen:
-radioterapia: se utiliza habitualmente en casos de metástasis oculares o para el tratamiento de melanomas de pequeño o mediano tamaño;
-termoterapia transpupilar: en la que las células tumorales son destruidas por la acción de rayos láser infrarrojos;
-técnicas quirúrgicas: es decir, extirpación quirúrgica del tumor; estas técnicas sólo se realizan si la masa tumoral afecta a la visión central.
Retinoblastoma
Con una incidencia de 1 por cada 20.000 niños nacidos, el retinoblastoma es la enfermedad neoplásica de la retina más frecuente en los niños. Esta forma tumoral puede aparecer en un solo ojo o, en los casos más graves, en ambos, y su aparición puede ser hereditaria o no hereditaria. Si el retinoblastoma está causado por factores genéticos, el diagnóstico suele producirse en el primer año de edad y en el 40% de los casos se manifiesta de forma bilateral; si, por el contrario, no está causado por factores hereditarios, el diagnóstico se produce a los dos años de edad y en el 60% de los casos afecta a un solo ojo.
Además, el diagnóstico es útil no sólo para determinar la presencia de la neoplasia, sino también para determinar la estadificación, es decir, la posible diseminación de la masa tumoral a otras partes del cuerpo. La estadificación, de hecho, es muy importante para la elección del plan de tratamiento que debe llevarse a cabo.
Convencionalmente, el retinoblastoma se clasifica en:
-intraocular, cuando el tumor sólo afecta al ojo;
-extraocular, cuando el tumor se ha extendido a partes fuera del ojo.
I síntomas principales características del retinoblastoma incluyen:
-leucocoria, es decir, un reflejo blanco que afecta a la pupila;
-strabismo;
-celulitis orbitaria, una inflamación de las zonas internas del ojo;
-hexoftalmia, afección en la que el ojo sobresale de su posición normal.
A diagnóstico El tratamiento precoz es esencial para garantizar que el niño pueda conservar la mayor parte posible de buena visión. Sin embargo, solo en el 7-10% de los casos el retinoblastoma se diagnostica a tiempo. Las pruebas diagnósticas útiles para confirmar la presencia de retinoblastoma son la fundoscopia, un examen del fondo ocular, o las ecografías.
La elección de tratamiento a adoptar depende en gran medida del estadio y la extensión de la masa tumoral. En general, las estrategias terapéuticas para el tratamiento del retinoblastoma incluyen:
-la quimioterapia, mediante la administración de fármacos capaces de destruir las células cancerosas;
-la radioterapia, que utiliza radiaciones de alta frecuencia y suele emplearse para tratar tumores oculares muy grandes;
-la crioterapia, en la que las células cancerosas se destruyen gracias a las bajas temperaturas;
-la técnica láser, que se dirige a los vasos sanguíneos que alimentan la masa tumoral;
-enucleación, es decir, extirpación del ojo mediante cirugía.
Bibliografía:
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-Cassoux N et al. Retinoblastoma: Update on Current Management. Asia-Pac J Ophthalmol 2017;6:290-295.
-Dogrusöz M et al.Tratamiento y pronóstico del melanoma uveal. Asia-Pac J Ophthalmol 2017;6:186-196.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable