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Fluoroquinolonas: nuevas recomendaciones de la AIFA

Las fluoroquinolonas se encuentran entre los antibióticos más utilizados tanto en medicina sistémica como especializada, y en oftalmología se emplean en colirios para tratar muchas infecciones oculares, entre ellas conjuntivitisya que su capacidad para penetrar en los tejidos oculares los hace especialmente eficaces.

Desde hace años, existe una creciente preocupación por los riesgos en términos de resistencia a los antibióticos, relacionados con su uso creciente, y hoy en día estos medicamentos también son objeto de una cuidadosa reevaluación por parte de las autoridades reguladoras europeas debido a su perfil de seguridadespecialmente en lo que se refiere a reacciones adversas graves, incapacitantes y a veces irreversibles.

Clasificación AWaRe

Las fluoroquinolonas son antibióticos que pertenecen por completo al grupo de los Grupo de vigilancia de clasificación AWaRe (Acceso, Vigilancia, Reserva), introducido por la Organización Mundial de la Salud en 2022.

En antibióticos Watch son antibióticos de amplio espectro, que se recomiendan sólo como opciones de primera elección para pacientes con manifestaciones clínicas más graves o para infecciones en las que es más probable que los patógenos sean resistentes a los antibióticos de espectro estrecho, como las infecciones del tracto urinario superior (ITU).

En antibióticos Acceso tienen un estrecho espectro de actividad, con un buen perfil de seguridad y un potencial de resistencia generalmente bajo.

Las fluoroquinolonas, precisamente por ser antibióticos de vigilancia, se encuentran entre las opciones de tratamiento que deben considerarse de segunda categoría en comparación con otras moléculas con menor impacto en la resistencia a los antibióticos.

En este contexto, la AIFA (Agenzia Italiana del Farmaco) consideró necesario lanzar una campaña de información en línea sobre su uso correcto y publicó un guía dirigida a los profesionales sanitarios y otra específicamente dedicada a los pacientes.

Efectos indeseables preocupantes

Ya en 2019, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) había introducido algunas restricciones importantes en el uso de fluoroquinolonas, basándose en datos basados en la evidencia que destacaban riesgos significativos para la sistema musculoesquelético y el sistema nervioso.

El riesgo de reacciones adversas graves se confirmó además mediante una revisión de la base de datos EudraVigilance de la EMA, que registró 426 notificaciones de reacciones incapacitantes a fluoroquinolonas o quinolonas, caracterizadas por una duración de 30 días o más, a lo largo de 21 años. Las moléculas más frecuentemente implicadas en estos casos fueron ciprofloxacino, levofloxacino, ofloxacino y moxifloxacino.

Las reacciones más frecuentes, 30% del total, afectan al sistema musculoesquelético e incluyen tendinitis, dolor articular, neuropatía. Una de las reacciones más graves y precoces es la tendinitisque puede producirse a partir de las 48 horas del inicio del tratamiento y afectar sobre todo al tendón de Aquiles, pero también a otros distritos tendinosos. El riesgo aumenta significativamente en pacientes mayores de 60 años, con problemas renales o sometidos a trasplante.

Si aparecen síntomas como hinchazón, dolor o inflamación, las fluoroquinolonas deben suspenderse inmediatamente y sustituirse por un tratamiento antibiótico alternativo. Además, debe evitarse siempre el uso concomitante de corticosteroides.

Otras reacciones adversas de las fluoroquinolonas incluyen trastornos generales (15%) y trastornos del sistema nervioso (13%), en particular trastornos cognitivos, fatiga, insomnio, neuralgia y, recientemente, también trastornos mentales, con manifestaciones como ansiedad, pánico y pensamientos suicidas.

I pacientes más afectados Las reacciones adversas se produjeron en un amplio intervalo de edad, entre 30 y 69 años, con un ligero predominio de las mujeres. También se notificaron acontecimientos adversos en sujetos previamente sanos, lo que confirma la necesidad de una cuidadosa evaluación del riesgo antes de la prescripción.

Las reacciones adversas observadas hicieron urgente la intervención de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales para proteger la salud de los pacientes.

Mientras tanto, los Resúmenes de las Características del Producto de los medicamentos pertenecientes a esta clase de antibióticos se están actualizando precisamente para incorporar estas nuevas pruebas, al tiempo que a escala europea y nacional se hace un nuevo llamamiento a la prudencia y a la racionalización de su uso.

Situación en Italia

Actualmente, en Italia, las fluoroquinolonas autorizadas son ciprofloxacino, levofloxacino, lomefloxacino, moxifloxacino, norfloxacino, ofloxacino, pefloxacino, prulifloxacino y rufloxacino. Según los datos del último Informe OsMed sobre el uso de medicamentos en Italia, en 2023 se produjo un ligero descenso en el consumo de fluoroquinolonas (que supusieron 9,7% de los antibióticos prescritos, frente a los 10,5% de 2022), pero nuestro país sigue mostrando valores por encima de la media europea, que se sitúa en 6,9%.

El uso de estos antibióticos sigue siendo elevado en determinados sectores de la población italiana, especialmente en las personas mayores (con una prevalencia de uso de 14,1%) y en las mujeres de entre 20 y 59 años (5,2%).

El sur de Italia sigue siendo la zona geográfica con mayores niveles de prescripción, tanto en atención contratada como hospitalaria, con un consumo que duplica al del norte.

Vademécum para operadores

Para apoyar a los profesionales sanitarios en el uso adecuado y prudente de las fluoroquinolonas, la AIFA ha publicado siete recomendaciones clave.
En primer lugar, se reitera que estos antibióticos no debe prescribirse para infecciones no graves o autolimitadas (por ejemplo, para la prevención de la diarrea del viajero o de las infecciones recurrentes del tracto urinario inferior), al igual que no están indicados para las infecciones de origen no bacteriano.

La prescripción debe evitarse incluso en presencia de alternativas terapéuticas más seguras y apropiadas para las infecciones leves o moderadas.

Las fluoroquinolonas no deben administrarse a pacientes que ya hayan experimentado reacciones adversas graves a estos medicamentos. Debe extremarse la precaución cuando se trate a individuos con riesgo de tendinopatía, como ancianos, pacientes con insuficiencia renal o trasplantados, así como pacientes en tratamiento con corticosteroides, para los que está contraindicada la coadministración. Los médicos deben informar a los pacientes interrumpir inmediatamente el tratamiento al primer signo de efectos no deseados como tendinitis, dolor o hinchazón articular, debilidad muscular o síntomas neurológicos. Al mismo tiempo, deben advertir a los pacientes que presten atención a cualquier cambios de humorideaciones suicidas o autodestructivas que también pueden aparecer en una fase temprana. Por último, es esencial notificar cualquier sospecha de reacción adversa a la Red Nacional de Farmacovigilanciacontribuyendo así al seguimiento continuo del perfil de seguridad de estos antibióticos.

Cuándo no prescribir una fluoroquinolona

En cuanto a las indicaciones, las fluoroquinolonas no son recomendables para una larga serie de condiciones.

La Nota de la AIFA enumera los casos en los que no deben prescribirse fluoroquinolonas sistémicas e inhaladas:
- en pacientes que hayan tenido previamente reacciones adversas graves con un antibiótico de quinolona o fluoroquinolona;
- para infecciones no graves o autolimitadas (como faringitis, amigdalitis y bronquitis aguda);
- para infecciones leves a moderadas (incluidas la cistitis no complicada, la exacerbación aguda de la bronquitis crónica y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la rinosinusitis bacteriana aguda y la otitis media aguda), a menos que se considere inapropiado el uso de otros antibióticos habitualmente recomendados para estas infecciones;
- para infecciones no bacterianas, por ejemplo, prostatitis no bacteriana (crónica);
- para prevenir la diarrea del viajero o las infecciones recurrentes del tracto urinario inferior.

Existen algunas situaciones en las que se puede considerar el uso de fluoroquinolonas como tratamiento de segunda línea, como en el caso de resistencia a moléculas de primera elección, en caso de intolerancia o efectos secundarios a fármacos alternativos, o cuando ha habido fracaso terapéutico con antibióticos más recomendados.

A la luz de las últimas pruebas, está claro que las fluoroquinolonas deben considerarse antibióticos de segunda líneacuyo uso sólo está justificado en condiciones seleccionadas y bajo supervisión clínica. Promover el uso racional de estos medicamentos no solo contribuye a proteger la salud de los pacientes, sino que también es un paso esencial en la lucha contra la resistencia a los antibióticos, una importante emergencia sanitaria mundial.

En el sitio web de la AIFA Guía para el personal sanitario  para la correcta gestión y prescripción de estos antibióticos.

En cuanto a las cuestiones relacionadas con el uso de fluoroquinolonas en el ámbito estrictamente oftalmológico, le remitimos a lo publicado en nuestra plataforma:

Bibliografía

https://www.aifa.gov.it/documents/20142/2918343/Fluorochinoloni_guida_operatori_sanitari_09.06.2025.pdf

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