El examen de la superficie ocular es muy importante para el diagnóstico y tratamiento de síndrome del ojo seco. Se trata de una enfermedad multifactorial, definida como la pérdida de la homeostasis de la película lagrimal, acompañada de síntomas de malestar ocular e inflamación, cuya prevalencia global es de 5-50%, y que aún plantea varios retos diagnósticos y terapéuticos.
Gracias a los recientes avances de la ciencia y la tecnología, las pruebas de diagnóstico de las enfermedades oculares han progresado rápidamente, lo que también ha mejorado mucho el enfoque clínico del síndrome del ojo seco. No obstante, puede resultar difícil para el especialista elegir la prueba más adecuada, garantizar su repetibilidad e interpretar con precisión los resultados.
En este sentido, un revisión reciente analizó los últimos avances en las pruebas de diagnóstico del síndrome del ojo seco.
Análisis de lágrimas
Las lágrimas desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la estabilidad del microambiente de la superficie ocular. Los cambios en la calidad o la cantidad de lágrimas pueden inducir el ojo seco y desempeñan un papel importante en el tratamiento de este síndrome. Por lo tanto, el examen de las lágrimas es un indicador muy importante para el diagnóstico de esta afección.
- Prueba de Schirmer: Utilizada como prueba diagnóstica del síndrome del ojo seco desde 1903, se basa en la tendencia física de un fluido a migrar a lo largo de una tira de material poroso por acción capilar debida a la tensión superficial. Es una prueba sencilla de realizar, pero de escasa fiabilidad.
- Evaluación de la altura del menisco lagrimal: Se ha confirmado que la evaluación del menisco lagrimal tiene una buena fiabilidad y precisión. Además, se han introducido métodos de diagnóstico no invasivos mediante tomografía de coherencia óptica (OCT) que son ventajosos para el paciente y fiables en cuanto a los resultados.
- Strip meniscometry: consiste en utilizar una tira fina con un absorbedor capilar en el centro y dos columnas de escala a cada lado para medir el volumen del menisco lagrimal. Ha demostrado una buena fiabilidad y resultados coherentes con la prueba de Schirmer y la evaluación de la altura del menisco lagrimal.
- Prueba de ferning: es un método sencillo para evaluar determinadas características bioquímicas de las capas de la película lagrimal, de forma rápida y económica.
- Medición de la presión osmótica de las lágrimas: La presión osmótica de la lágrima indica el equilibrio entre secreción, evaporación, absorción y drenaje de la lágrima. La prueba de osmolaridad lagrimal se considera uno de los métodos más precisos para diagnosticar el síndrome del ojo seco. Hasta la fecha, las técnicas para medir la presión osmótica lagrimal implican el uso de dispositivos fiables y eficaces.
- Medición de biomarcadores inflamatorios: se dispone de dos pruebas que miden las metaloproteasas y la lactoferrina, respectivamente. De hecho, existen pruebas fehacientes de que la inflamación es un pilar importante en la fisiopatología del síndrome del ojo seco.
Análisis de la película lagrimal
La capa más superficial de la película lagrimal es la capa lipídica, segregada por las glándulas de Meibomio. Cuando esta capa es deficiente, puede producirse el síndrome del ojo seco evaporativo.
- Tiempo de rupturaEl tiempo de ruptura de la película lagrimal es uno de los métodos más utilizados en las dos últimas décadas para diagnosticar el síndrome del ojo seco. Tradicionalmente se define como "el intervalo entre el último parpadeo completo y la primera aparición de una mancha seca o rotura en la película lagrimal". Hasta la fecha, existen métodos invasivos y no invasivos para medir el tiempo de ruptura de la película lagrimal.
- Medición del espesor de la película lagrimal: Existen diversas tecnologías y nuevos dispositivos para evaluar el grosor de la película lagrimal. Uno de los métodos utilizados es la interferometría.
Examen del borde del párpado y de las glándulas de Meibomio
La disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM) es una de las principales causas del síndrome del ojo seco (86%). La morfología y la función de la glándula de Meibomio se examinan rutinariamente para diagnosticar la MGD, mediante meibografía. La evaluación de los cambios en los párpados, los márgenes de los párpados y las glándulas de Meibomio es crucial para el diagnóstico de la DMG. Estos cambios pueden evaluarse observando el estado de apertura de las glándulas de Meibomio, comprimiendo las glándulas sobre la piel del párpado y observando las dificultades en la excreción lagrimal. Además, pueden utilizarse diferentes modalidades de imagen, como la meibografía de contacto, la meibografía infrarroja sin contacto, la queratografía, la microscopía confocal in vivo y la meibografía OCT.
Coloración de la superficie ocular
La tinción de las células de la superficie ocular permite evaluar la función de barrera y la integridad de las células epiteliales como uno de los índices para evaluar la gravedad del síndrome del ojo seco. En efecto, cuando se altera la integridad de las células de la superficie ocular, éstas pueden ponerse de relieve mediante tinciones específicas. El grado y el área de tinción se correlacionan con la gravedad del daño. Por lo tanto, la tinción puede utilizarse para evaluar la función de barrera y la integridad de las células epiteliales. La tinción con fluoresceína sódica es la más utilizada en la práctica clínica, aunque también pueden utilizarse la tinción con verde de lisamina y rosa de bengala.
Analizador de ojo seco
Se trata de un dispositivo innovador que integra una amplia variedad de pruebas diagnósticas para el síndrome del ojo seco. Este analizador puede proporcionar eficazmente análisis que incluyen la medición de la altura de la película lagrimal, el tiempo de ruptura, el grosor de la película lagrimal, las glándulas de Meibomio y la hiperemia conjuntival.
Microscopio confocal
La microscopía confocal es una nueva tecnología que puede ayudar en la evaluación in vivo de los cambios estructurales en diversas enfermedades de la superficie ocular. La aplicación de la microscopía confocal in vivo (MCIV) en el síndrome del ojo seco se convertirá, en el futuro, en un método fundamental para evaluar los cambios morfológicos de la superficie ocular. La MCIV ya se ha aplicado en el examen de la córnea, la conjuntiva, las glándulas de Meibomio y las glándulas lagrimales.