Según estudios recientes, la contaminación atmosférica es uno de los causa del síndrome del ojo seco. La presencia de algunos Los elementos del aire que respiramos pueden tener efectos nocivos, especialmente aquellas partículas cuyo tamaño es lo suficientemente pequeño como para penetrar en el sistema respiratorio. Las partículas con un diámetro inferior a 2,5 µm (PM2.5), que constituyen la fracción respirable de las partículas, contienen elementos derivados de la combustión de motores diésel o partículas de carbono procedentes de procesos fotoquímicos que pueden provocar daños en el aparato visual.

El síndrome del ojo seco es una afección cuya prevalencia va en aumento. Varios factores heterogéneos, no siempre relacionados entre sí, contribuyen a este aumento: desde el uso prolongado y constante de dispositivo electrónico a los contaminantes del aire.
Recientemente, los efectos de la contaminación ambiental en la salud humana han atraído la atención de muchos investigadores que han empezado a analizar sus efectos. La presencia de PM2.5por ejemplo, no sólo es perjudicial para los pulmones, sino que tiene efectos nocivos sobre los sistemas cardiovascular y visual. No es difícil imaginar, de hecho, que la presencia de estos elementos en el aire daña los ojos, que son el órgano más expuesto y en contacto directo con el mundo exterior. No faltan pruebas científicas que demuestran que los componentes de las PM2.5 provocan ciertos trastornos oculares, cuyos síntomas más frecuentes son picor de ojos, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo y ardor, así como signos clínicos como edema o hinchazón de párpados.
PM2.5 y el síndrome del ojo seco
El primer estudio para evaluar la efectos que las PM2.5 tiene en favorecer la aparición del síndrome del ojo seco se publicó en la revista Informes científicos-Nature recientemente. Los datos del estudio muestran que la estructura y la estabilidad de la película lagrimal se alteran significativamente en ratones tratados con PM2.5 . De hecho, las microvellosidades del epitelio corneal habían sufrido una reducción de su número y una alteración de su estructura, que parecía desorganizada tras el tratamiento. Además, las células caliciformes conjuntivales, que normalmente regulan la secreción de mucina, una sustancia esencial para la estabilidad de la lágrima, habían sufrido una marcada reducción.
La administración de PM2.5 induce en ratones cambios en la superficie ocular similares a los del ojo seco humano y, por tanto, los datos del estudio en su conjunto apoyan la hipótesis de que elLa contaminación atmosférica tiene efectos negativos sobre la salud humana en general y sobre nuestros ojos en particular.
Fuente
Tan.G et al. Las partículas contaminantes del aire 2,5 inducen el síndrome del ojo seco en ratones. informes científicos | (2018) 8:17828.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable