Hialuronato sódico y goma xantana en lágrimas artificiales
Las formulaciones de lágrimas artificiales disponibles actualmente contienen polímeros hidrófilos como el hialuronato sódico (ácido hialurónico, AH) y/o éteres de celulosa que aumentan la viscosidad, mejoran el tiempo de retención y optimizan la hidratación y lubricación de la superficie ocular.
En hialuronato sódico es un glicosaminoglicano aniónico de reología viscoelástica. Aunque se encuentra principalmente en el tejido conjuntivo, también está muy concentrado en el humor vítreo y el humor acuoso, donde recubre el endotelio corneal. El AH se utiliza ampliamente en los lubricantes utilizados para tratar el DES porque fija eficazmente el agua, resiste la deshidratación y muestra una excelente biocompatibilidad. Numerosos estudios han revelado que el AH protege a las células epiteliales de la córnea frente a daños, estimula la migración epitelial y mejora la calidad óptica de la imagen retiniana. También se ha demostrado que los lagrimales artificiales de AH ayudan a reparar las irregularidades de la superficie ocular, estabilizan la película lagrimal precorneal y mitigan la intensidad de los síntomas del ojo seco.
Otro polímero natural utilizado en las formulaciones de lágrimas artificiales más actuales es el goma xantana (goma xantana, XG), un exopolisacárido complejo utilizado como aditivo alimentario y modificador reológico (la reología es la ciencia que estudia los equilibrios alcanzados en la materia deformada por el estrés). Su estructura química, rica en grupos OH, muestra la capacidad de reaccionar con las especies reactivas del oxígeno (ROS), lo que indica su papel como molécula antioxidante.
Lo estrés oxidativo está causado por un desequilibrio entre la producción de especies reactivas del oxígeno y la capacidad de los mecanismos de defensa de los sistemas biológicos para eliminar el estrés. En la actualidad se reconoce ampliamente que el estrés oxidativo está implicado en muchas enfermedades agudas y crónicas, así como en el proceso normal de envejecimiento, y también laojo seco ha sido reconocida como síndrome inducido por estrés oxidativo. Cualquiera que sea el mecanismo inicial, el ojo seco provoca una lesión epitelial que induce reacciones inflamatorias locales; existe la hipótesis de que factores hormonales o autoinmunes subclínicos, agravados por factores exógenos (contaminación, infección local, irradiación ultravioleta, humo de tabaco o fenómenos alérgicos o iatrogénicos), conducen a una cascada de reacciones celulares con las que la apoptosis (muerte celular programada) puede estar estrechamente relacionada.
La goma xantana tiene propiedades reológicas similares a las del ácido hialurónico y las lágrimas normales; pero en comparación con el AH, que se degrada rápidamente in vivo, es mucho más estable en una amplia gama de pH, fuerza iónica y temperatura.
XG y HA también muestran un efecto sinérgico sobre la abrasiones corneales que se caracterizan por dolor ocular agudo y otros síntomas de malestar que afectan a la calidad de vida de los pacientes. En la abrasión corneal, la hidratación y la lubricación evitan la fricción al disminuir el desorden de la superficie y favorecer la recuperación del defecto epitelial corneal. El ácido hialurónico y la goma xantana son polisacáridos de alto peso molecular y ayudan a proteger la córnea reteniendo líquidos y garantizando la hidratación.
Actualmente, se está lanzando una innovadora formulación hipotónica que contiene una combinación de sal sódica de ácido hialurónico, goma xantana y osmoprotectores como la betaína y la glicina. Además de hidratar y lubricar, esta formulación está diseñada para compensar la inestabilidad de la lágrima, restaurar el volumen lagrimal, aportar propiedades antioxidantes y osmoprotectoras, y reequilibrar así el bienestar de la superficie ocular.
Trastornos de la superficie ocular y película lagrimal
La superficie ocular incluye la córnea, la conjuntiva, los párpados y las glándulas lagrimales, por lo que cualquier trastorno que afecte a estas estructuras puede clasificarse como enfermedad de la superficie ocular (EOS).
Entre los trastornos de la superficie ocular, el síndrome del ojo seco (DES - Síndrome del Ojo Seco) es una afección muy común que tiene un gran impacto en las actividades diarias del paciente, como el uso de ordenadores y smartphones o la lectura.
Además de los DES, la incidencia de sequedad ocularuna causa muy común de malestar, está en aumento debido al uso cada vez mayor de herramientas digitales y, en este periodo pandémico, el uso prolongado del mascarilla quirúrgica, una prescripción ampliamente utilizada para contrarrestar la propagación del Sars-CoV-2, se asocia a menudo con el ojo seco.
Las lágrimas artificiales son la ayuda terapéutica más utilizada tradicionalmente para el DES y para contrarrestar las molestias del ojo seco, y no deben confundirse con los colirios. Suelen consistir en una solución salina fisiológica con diversos lubricantes de superficie, que mejoran la viscosidad y están formuladas para sustituir y/o complementar la película lagrimal natural.
En película lacrimógena, la película que recubre la superficie córneo-conjuntival, se compone de tres capas: una capa lipídica externa producida por las glándulas de Meibomio, una capa acuosa central producida por las glándulas lagrimales principales y accesorias, y una capa interna de mucina producida por las células caliciformes de la conjuntiva. Recientemente, se ha planteado la hipótesis de que las capas acuosa y de mucina constituyen una única capa de gel mucoso/acuoso.
Bibliografía
Dr. Carmelo Chines
Director responsable