Edición molecular para obtener órganos y tejidos biocompatibles a partir de animales.
La brecha entre las listas de espera de quienes necesitan un órgano y el número de órganos realmente disponibles para trasplante sigue siendo muy grande y corre el riesgo de agravarse, además de por el insuficiente número de donaciones, por una tendencia social muy positiva: el descenso gradual y constante de los accidentes de tráfico mortales. En las últimas décadas, estos terribles sucesos han sido, de hecho, la principal fuente de muchos órganos aptos para trasplantes, ya que fueron extraídos de personas jóvenes y sanas implicadas en accidentes de tráfico mortales. El aumento de los controles sobre el consumo abusivo de alcohol, las campañas de concienciación ciudadana y la mejora de la eficiencia de los vehículos han contribuido a reducir el número de víctimas mortales en las carreteras. Sin embargo, este logro corre el riesgo de repercutir dramáticamente en quienes esperan un hígado o un corazón para seguir viviendo.
Una posible solución podría venir de la mundo animalen el caso de muchos tejidos y órganos como córneas, corazón, riñones, los animales y en particular los cerdos podrían ser una valiosa fuente de órganos biocompatibles.
Sin embargo, existen dos grandes problemas técnicos: el primero es la resistencia inmunitaria del organismo receptor a los tejidos extraños, y el segundo está relacionado con las enfermedades que pueden transmitirse a través de la implantación de tejidos de especies diferentes.
Tomando como ejemplo el cerdo, que es el animal más citado como posible "donante" por tener dimensiones compatibles con las del organismo humano, desde hace años se conoce la presencia de retrovirus incrustados en el ADN porcino. Son los llamados PERV (Retrovirus Endógeno Porcino), cuyos genes se transmiten de una generación de cerdos a la siguiente, convirtiéndose así en parte integrante del genoma porcino a partir del cual pueden sintetizarse y causar infecciones. Lo mismo ocurre en el organismo receptor humano en caso de xenotrasplante (trasplante entre seres de especies diferentes).
Una posible herramienta para desactivar los retrovirus podría proceder de la ingeniería genética: se trata de la CRISPR/Cas9una técnica de "edición" de genes derivada de las bacterias. De hecho, las CRISPR forman parte del sistema inmunitario de las bacterias y también son "editoras de genes" gracias a la endonucleasa Cas, que reconoce el ARN en el que se traduce el ADN viral para replicarse. La enzima Cas se hace cargo de ese ARN, por lo que reconoce exactamente los trozos de ADN viral y los elimina todos. La corrección permanece en el genoma de la bacteria y se transmite a las células hijas.
Dr. Carmelo Chines
Director responsable